El próximo 11 de noviembre se cumplirá un año de la muerte del profesor Edward, hecho ocurrido en Las Compañías, a metros del Colegio San Martín de Porres. La madre del joven lamenta que el caso siga estancado y con poco avance. Mientras, está determinada a seguir en marchas, «porque es la única manera de visibilizar lo que le pasó a mi hijo».
Para Carolina Palacios es un dolor latente. Que sigue ahí, a la espera de una justicia que, a diez meses de lo ocurrido, no llega.
Es la madre de Edward Olivares, joven de 22 años atropellado en Las Compañías el 11 de noviembre del año pasado. Desde entonces, una batalla por encontrar la verdad, pese a las constantes dificultades judiciales para que el caso no avance.
«La mujer que ese día iba manejando el auto que atropelló a mí hijo, postergó para un mes más el inicio de preparación de juicio al presentar licencia médica, así que estamos esperando ver qué pasará el 2 de octubre, que es la nueva fecha para presentación de cargos», se lamenta.
Rabia e impotencia siente, pues entiende que «esto lo hace para ganar tiempo, porque no veo que más quiere ganar si ella sabe que mató a mi hijo, lo atropelló».
Le decían profesor
Inevitablemente, el próximo 11 noviembre será una fecha que no querrá recordar. Sin embargo, debe seguir luchando para conseguir que alguien pague por el daño causado.
Ese día su hijo se trasladaba al colegio cuando un auto lo atropelló en un paso peatonal. Iba a trabajar en el mismo establecimiento donde estudió, en el San Martín de Porres, de Las Compañías. Por eso todos le decían «profesor», justamente porque trabajaba en el área de computación hace ya un buen tiempo.
«Esa mañana hizo el mismo recorrido de toda su vida: cruzó por el paso peatonal habilitado donde cruzan cientos de niños a esa hora de la mañana, y el cruzó bien, pero esta mujer iba a exceso de velocidad y lo impactó. Mi hijo voló cerca de 15 metros y chocó con una palmera…».
Hoy, Carolina llora su partida. La mujer, hasta el momento, «por los comentarios que me han llegado, sigue haciendo su vida normal. Por el tema de las licencias, incluso los abogados presumen que son falsas, porque solo presenta un certificado médico. Entonces no sé qué quiere. ¿Alargar los plazos? Llevamos dos meses esperando y ahora vamos por un tercero. Pronto se cumplirán diez meses y no avanza lo judicial. En un inicio dieron 180 días de investigación y eso terminó hace mucho, pero el caso sigue estancado por ella».
Ningún arrepentimiento
Por su familia y la memoria de su hijo, advierte que no se detendrá en la búsqueda de la verdad, esa que quizás le pueda entregar un poco de consuelo. La buscará donde sea, «porque es una angustia tremenda, un dolor grande. ¿Sabe? Esta mujer nunca ha mostrado ningún mínimo de arrepentimiento, de decir lo siento. Incluso sigue paseándose por todos lados, y la gente me dice: la vi en La Recova, feliz de la vida con su pareja, cuando en nuestra familia el dolor es enorme. Perdí a mi hijo y desde el día uno ha sido una burla».