«Es la impotencia, porque prometen y no cumplen», se quejan dirigentes de varias localidades del sector rural que el domingo cortaron la ruta como advertencia, debido a las nulas respuestas que las autoridades les han entregado.
La muerte de una persona el domingo pasado, atropellada por dos vehículos en el kilómetro 8, en el límite del camino de Bellavista, donde comienza Lomas de Monardez, sigue causando temor y molestia entre quienes habitan el sector rural en torno a la Ruta 41.
El accidente, uno más en la conocida ruta de la muerte, como fue bautizada por los propios residentes del sector, puso sobre el tapete un problema: El lugar es «inseguro», advierten, y por eso este domingo, en señal de aviso, se realizó una manifestación «para hacernos sentir, pues no somos escuchados por nadie. Es la impotencia, porque prometen y no cumplen, porque no nos dan una fecha exacta de cuándo podrían instalar las luminarias y las pistas de desaceleración de asfalto», entre una larga lista de peticiones, «además que se cumplía una semana de la trágica muerte de la persona que fue doblemente atropellada el 3 de septiembre en el límite de Bellavista», cuenta Ana María Arancibia, presidenta de la agrupación Lomas de Monardez.
Pero no fueron los únicos en mostrar su descontento con banderas y globos negros, puesto que también llegaron vecinos de la Quebrada de Monardez, y de igual manera protestaron en Quilacán, El Rosario y en Ceres, «pero es una advertencia, porque nosotros no tenemos solución y tampoco tenemos fecha».
Buscar respuestas
La Ruta 41 es un verdadero peligro, aunque, lamentablemente, no es una novedad para quienes a diario transitan la zona.
Para Ana María es prácticamente una batalla casi perdida y que se intensifica cuando ocurren estas desgracias.
«El tema de las luminarias es lo que se necesita con mayor urgencia, y no ha pasado nada. ¿Sabe? En una reunión pensamos en sacar de nuestros fondos y poner luces, pero qué luces son, pues no sabemos si tienen parámetros específicos, porque en la desesperación uno comienza a sacar del bolsillo propio para generar esto. Y no es grato llevar tantas reuniones, tanta pérdida de tiempo, hacer tantas cosas y no conseguir nada. Es por eso que estamos evaluando la opción de comprar los focos e instalarlos afuera la ruta, pero el MOP y Vialidad dicen que la franja es de ellos, pero no hacen nada y tampoco permiten que uno lo haga».
Por años se han organizado para conocer, dialogar y buscar respuestas a los problemas que aquejan al sector, pero la respuesta ha sido casi siempre tardía, «sin embargo, para aprobar el feriado del 20 de septiembre se movieron todos», afirma.
Y agrega que para aprobar «un semáforo que necesita con urgencia la localidad de Ceres, que son 80 millones, nada. Lo mismo con las luminarias en los sectores muy oscuros, que son desde Ceres hacia el valle, lo propio con cámaras con control de tránsito de Carabineros, pues como no hay tanto personal, y lo han dicho ellos mismos, ya que tienen un furgón policial con dos carabineros. Nos dicen que se puede hacer esto y que harán esto otro, pero cuándo señores. El semáforo para Ceres está prometido hace dos años y ahora dicen que hay que esperar que comiencen las obras del aeropuerto y que eso podría traer algunos avances, pero eso es el año 2025».
En ese punto, cuenta Ana María que preguntó, y que desde Vialidad le señalaron que tienen que esperar, «porque resulta que el Observatorio es el que pone el parámetro de qué iluminarias poner. Ellos descubren una estrella y nosotros tenemos muertos todos los fines de semana…».