El edil aseguró que está todo listo y preparado para la gran fiesta regional, que tendrá particularidades respecto de años anteriores, tanto en materia de seguridad como en sus horarios. Sin embargo, Manouchehri está convencido que no se deben bajar los estándares, pese a las críticas que él realizó a la organización del evento en años anteriores.
Cuando ya no queda nada para el inicio de festividades patrias y luego de cuatro años de espera volverá la gran Fiesta de la Pampilla. Quien está expectante ante esta situación es el alcalde de Coquimbo, Alí Manouchehri, y no es para menos, ya que esta es la primera vez que su administración tiene que llevar adelante un desafío que no sólo tiene los ojos de la región encima, sino de gran parte del país.
Pero Manouchehri está optimista y tranquilo. «Las expectativas son altas, la gente está con mucha motivación y hay expectación por el regreso de la Pampilla. La verdad es que nosotros estamos muy tranquilos y queremos invitar a la ciudadanía, a los vecinos y vecinas que vengan a disfrutar con confianza, al igual que a los cientos de turistas que van a visitarnos y siguiendo la programación que ha planteado Sernatur pasen a la Pampilla a darse una vuelta para que conozcan la fiesta más importante de Chile», señaló el edil.
EL SELLO DE ESTA
ADMINISTRACIÓN
Es bien sabido que el alcalde Alí Manouchehri realizó críticas a administraciones anteriores y cómo llevaron adelante la Pampilla, con una enorme inversión, como ocurrió durante la era de Marcelo Pereira y otras que le antecedieron. Sin embargo, asegura que es trascendente ofrecer un espectáculo de calidad. «Es importante señalar que la Pampilla no le pertenece a la administración anterior ni a las de más atrás. La fiesta de la Pampilla es de todos los coquimbanos y coquimbanas y a nosotros sólo nos corresponde planificarla, organizarla y protegerla, porque es el evento más importante de fiestas patrias a nivel nacional. Tiene un prestigio que debemos resguardar».
En ese sentido, el edil comprende que se debe mantener un alto estándar, lo que implica necesariamente costos. «Hemos hecho hincapié en cambiar la infraestructura de acceso de la Pampilla, en poder contar con guardias de seguridad por primera vez en la historia, más allá de cualquier cuestionamiento que pudiese haber. No podemos ser la administración que le baje el prestigio a la fiesta más grande de Chile. Por el contrario, la idea es que se siga posicionando».
DESAFÍOS
TRASCENDENTES
Además del hincapié en la parrilla de artistas, también desde la organización se ha puesto énfasis en la seguridad, sobre todo por la implementación de un sistema de guardias privados, medida inédita para esta fiesta.
«En general estamos avanzando en procesos que nos permitan tener un evento familiar con todos los resguardos pertinentes. Invitamos a que la gente venga a disfrutar de la Pampilla y que lo haga de una manera tranquila, que lo disfrute y que nos cuidemos entre todos. Si van a manejar, no consuman alcohol y así no tengamos que lamentar ninguna eventualidad ni en la Pampilla ni en nuestra región. Esperamos que esto salga de la mejor manera, tenemos una parrilla muy atractiva que va a permitir que venga toda la familia».
