Si es que llega a ejecutarse, sostuvo el seremi del MOP, Javier Sandoval, lo fundamental «es que el tránsito pueda seguir circulando a alta velocidad por esta autopista, mientras que la Ruta 5 se transformaría en una ruta urbana…».
Fue en julio de 2015 cuando se hizo el hallazgo, a 4 kilómetros al norte de La Serena, en el momento en que trabajadores de Sacyr, empresa española que se adjudicó la licitación, encontraron osamentas mientras removían tierra, que luego de ser sometidas a pruebas, se comprobó que eran vestigios arqueológicos y de mucha importancia histórica para la región y el país.
Meses después, las obras de construcción de la doble vía entre La Serena y Vallenar fueron detenidas precisamente por el hallazgo (en el hay rastros de las culturas prehispánicas Molle, Ánimas y Diaguita) que se distribuía en un polígono de 380 metros de largo por 50 de ancho en el sector de Las Compañías Bajas, en La Serena.
Según los especialistas, el sitio El Olivar aporta una oportunidad sin precedentes que permitirá revelar antecedentes hasta ahora no conocidos del pasado prehispánico del Norte Chico.
Desde entonces, autoridades de gobierno han prometido un sinfín de «buenas noticias», pero que al final han quedado solo en buenas intenciones.
Menos congestión
Agrupaciones Diaguitas esperan desde entonces. Hoy dicen tener una muy buena relación con el seremi del MOP, Javier Sandoval, quien comenta que debido a su cercanía con las comunidades diaguitas de la región, «es que me empapé de esas temáticas del Sitio El Olivar, de los requerimientos de ellos y de la problemática ingenieril».
Por lo mismo, «metí todo eso en mis pensamientos y capacidades como profesional, y me di cuenta que no era una solución que iba a ser aceptada por las comunidades imponer una solución técnica, como se estaba haciendo en la administración anterior».
De esta manera, lo que hicieron, «bajo mí ocurrencia», fue estudiar una alternativa de circunvalación que permitía descomprimir la necesidad de tener obras ya en el sitio El Olivar, «y que de algún modo permitía que las comunidades se pusieran de acuerdo y nos plantearan, como Estado y Gobierno, qué es lo que quieren hacer ahí».
