Mientras algunos defienden el estar en un lugar fijo, otros argumentan que han debido trasladarse a otros sitios para vender más. Concejales apuntan a una mala iniciativa y desde el municipio advierten que «en Chile no existe un programa con estas características».
Tal como en La Serena, el municipio de Coquimbo trabajó para sacar al comercio ambulante de sus calles. Para eso se aprobó un plan de erradicación que contempló el arriendo de unas galerías en el centro de la comuna, las que fueron entregadas en diciembre pasado.
Con locales entre calles Portales y Alcalde, el propósito era agrupar a todo el comercio. Cerca de 80 personas por local, aunque hoy, cuenta el concejal Felipe Velásquez, «ese número ha bajado, y en cada local debe haber unas veinte personas».
Algunos comerciantes reconocen que, si bien costó en un inicio, «con el tiempo nos hemos ido consolidando y hay que dar para recibir. Hemos hecho capacitaciones, entre ellos atención de público y turismo. Con el tiempo fuimos quedando menos, pero es la única parte en Chile que a los comerciantes los tienen en el centro y gratis, pese a que algunos están descontentos, y si hablan es solo por criticar al alcalde…», dice uno de ellos.
Prontos a cumplir un año, hay otros que esbozan descontento y reconocen que se han tenido que ir a otros lugares, «porque acá entra muy poca gente y no vendemos igual que antes».
El mismo comerciante advierte que «no es muy adecuado y los espacios son muy reducidos, entonces muchos se están yendo a Tierras Blancas, Sindempart y Punta Mira, por darte algún ejemplo…».
Felipe Velásquez esgrime que en un principio la idea marchó bien, «pero con el tiempo son muy pocos los ambulantes que quedan dentro de la galería, y muchos están buscando otros espacios dónde vender, por lo que hay mucha gente disgustada, especialmente quienes sí tenían permiso, porque estas galerías están de cierta forma obligando a qué paguen el arriendo y justamente por eso se han ido, porque no han vendido y por ende nos les alcanza para el arriendo».
Agrega que al final, «las galerías que nosotros aprobamos como concejales seguramente llegarán hasta un cierto tiempo, porque los mismos vendedores se están yendo a otros lugares».
Algo más
concreto
Uno de lo que rechazó este plan aprobado en concejo municipal, fue el concejal Guido Hernández, al considerar que no estaba claro el modelo que planteaba el municipio, «que justamente iba a entregar estos espacios en arriendo sin la posibilidad de que las personas pudiesen mejorar sus espacios, y sentía que no era el camino correcto, sino más bien agruparlas y entregarles asesoría y algún financiamiento, tal como lo hizo la municipalidad de La Serena para levantar un espacio en óptimas condiciones».
Y agrega, «la gente se comenzó a ir porque los flujos de venta no eran los que esperaban, y sí entiendo que algunos volvieron al centro como comerciantes ambulantes y que los espacios que fueron quedando vacantes en esas galerías, han sido ocupados por otros emprendedores, lo que se ha sostenido en el tiempo».
Admite que se pudo haber hecho «algo más concreto y definitivo, como sí ocurrió en La Serena».
UN TERRENO
Adquirir un terreno en sectores estratégicos comerciales, «como en Baquedano, y así poder desarrollar una Feria de Abastos, considerando que hay una feria de las Pulgas y poder contener la necesidad de generar empleos, lo mismo en Tierras Blancas, donde existe un terreno importante en el Barrio Industrial, pero lamentablemente el municipio se ha cerrado a esa posibilidad de inversión y desarrollo y ha optado por esta estrategia de arrendar galerías, lo que no ha tenido el impacto que se esperaba», cerró.