El ex capitán de Carabineros, hoy condenado por apremios ilegítimos y falsificación de instrumento público en el marco del estallido social, dice que llegará a la Corte Suprema para que se revise su sentencia.
Siente que su propia institución lo traicionó y que fue víctima de un montaje.
Afirma que la orden para sacar escopetas y disparar balines de metal la dio el propio actual General Director, y que los uniformados pensaban que se trataba de balines de goma. Al descubrirse la verdad, hubo quienes lo denunciaron, pero Yáñez habría hecho caso omiso.
El 18 de octubre del 2019, cuando comenzó el estallido social en Chile, muchos carabineros incurrieron en excesos para restablecer el orden público y hoy están condenados por su actuar. Pero algunos aseguran que su cometido fue totalmente apegado a ley.
Uno de ellos es el ex capitán de Carabineros Ricardo Luengo, ya sentenciado por apremios ilegítimos y falsificación de instrumento público.
Él asegura que fue víctima de un montaje y lo pretende demostrar con querellas que le permitan llegar a la Corte Suprema. Especifica que siempre actuó apegado a la ley y no se tomaron en cuenta sus pruebas que así lo demostrarían, esto debido a la supuesta ideologización de los fiscales.
El ex oficial, además lanza sus dardos en contra de los altos mandos de la institución y personifica la traición de la que, según dice, él y otros uniformados fueron víctimas, en el actual general director de Carabineros, hoy también investigado por hechos ocurridos el 18-O, Ricardo Yáñez, quien habría sido quien les ordenó salir a la calle a disparar supuestamente balines de goma, los que finalmente eran de metal. «Cuando esto se supo, yo lo denuncié, pero los altos mandos se escondieron y quienes estábamos en la calle arriesgando la vida tuvimos que pagar», dice.
-¿Por qué aceptó su responsabilidad en los hechos, si se considera inocente?
«Lo hice, y esto quiero dejarlo súper claro, porque lamentablemente yo no estaba en condiciones psicológicas y emocionales para enfrentar un juicio, porque mientras yo estaba privado de libertad, Carabineros tomó la decisión de desvincularme de la institución con 19 años de servicio, dejándome sin sueldo, sin previsión, sin nada. Eso por un lado, pero segundo, y lo peor, es que cuando llevaba un año privado de libertad, mi madre falleció viendo a su hijo preso y, cuando llevaba tres años, a uno de mis hijos gemelos de cinco años le detectaron cáncer y falleció en marzo del 2023, y la verdad que eso fue el choque más fuerte que he tenido que sufrir en mi vida, y todavía no he podido superarlo».
-¿Sintió que no iba a soportar un juicio?
«Exacto, por eso cuando la Fiscalía me llama para enfrentar el juicio, yo le digo a mi abogado que trate de llegar a un acuerdo para que yo asuma una responsabilidad -aun no teniéndola- para que yo no tenga que enfrentar este proceso. Esa es la realidad por la que yo no enfrenté un juicio ni enfrenté los montajes que hicieron estas supuestas víctimas, el INDH y la Fiscalía, para condenarme, porque yo tenía todos los medios de prueba para poder enfrentar este juicio y demostrar mi total inocencia respecto a los hechos, pero creo que hasta la fecha no me encuentro capacitado para enfrentar un proceso de esa magnitud».
-Usted habla de montajes, ¿a qué se refiere?
«Mire los primeros dos casos, por ejemplo, el de esta pareja que supuestamente andaba comprando pan en pleno estallido social cuando estaban saqueando el centro de Coquimbo, algo totalmente ilógico, lo que se dice es que los Carabineros al verlos grabando se habrían acercado y los habrían comenzado a golpear, y yo con el fin de causarles mayor dolor les habría disparado con la escopeta anti disturbios».
-¿Y no fue así?
«Bueno, de todo esto hay videos que ellos grabaron y entregaron a la Fiscalía. Y yo quiero decir lo siguiente, estos videos están adulterados. Están cortados y editados, y coincidentemente nunca le parecieron raros al fiscal Germán Calquín que los videos estuvieran adulterados para cambiar totalmente el sentido de los hechos, siendo que mi abogado pidió por tres años a la Fiscalía que se periciaran, lo que debería haber hecho cualquier fiscal, en mi caso no, por lo que tuve que contratar dos peritos particulares que establecieron que efectivamente los videos fueron adulterados, por lo que yo presenté querellas criminales en contra de estas supuesta víctimas».
-¿Qué dicen esas querellas?
«Que ellos, la pareja, están obstruyendo la investigación, toda vez que los medios de prueba que estaban presentando eran adulterados. Se presentaron los informes al Fiscal Carlos Vidal, que en dos años no ha hecho nada. ¿Por qué? Porque se establecería que todo lo que yo dije en el parte policial era verdad, ya que el video se corta en la parte más importante, cuando esta persona nos va a encarar, nos agreden, a mí me intentan quitar la escopeta y agreden a dos carabineros, y cuando uno está en el suelo, el agresor intenta seguir golpeándolo por la espalda. Es en ese momento que yo utilizo la escopeta anti disturbios en legítima defensa. Es decir, la detención fue legal y nunca hubo falsificación de instrumento público».
-¿Usted ha recopilado antecedentes de la víctima, ¿Qué es lo que ha encontrado?
«Bueno, esta supuesta víctima, lo que a nadie le pareció extraño, es técnico informático y, peor aún, tiene antecedentes por sabotaje informático. Es decir, que teniendo una persona los antecedentes técnicos para poder haber adulterado los videos, que tiene antecedentes penales por sabotaje informático, esto no le parece raro a la Fiscalía, y aun así, presentando yo querellas que actualmente están en investigación, no se ha hecho nada para establecer si yo digo o no la verdad».
-¿Han sido injustos con usted?
«Por supuesto. Yo veo la injusticia en este caso y también en los otros, por ejemplo también en el del periodista que supuestamente fue agredido, yo logré obtener la grabación de una cámara de seguridad. Ese periodista dice que yo lo saco del vehículo, le pego en la cabeza con la escopeta, lo tiro al suelo y en el suelo le sigo apuntando. Bueno, esas cámaras de seguridad dejan claro que yo nunca tuve contacto físico con él. Estas grabaciones también fueron entregadas a la Fiscalía».
-¿Fue un control legal?
«Fue un control que se hizo bajo las circunstancias en que estábamos, bajo toque de queda y todo el tema, pero adicionalmente este supuesto periodista manda fotos donde dice que él estaba debidamente acreditado con un cartel de prensa, con unas fotos que fueron tomadas de día. Bueno, nosotros hicimos fotos de ese momento y él nunca llevó ningún tipo de acreditación de prensa».
-¿Por qué cree que la Fiscalía, según dice usted, actúa de esta manera?
«Yo creo que la Fiscalía no realiza los peritajes para que no quede en evidencia que se actuó con total arbitrariedad en mi causa. Aquí hubo un ideologización respecto de las causas contra Carabineros. Los fiscales tenían una tendencia política de izquierda, comunista, y no ven con objetividad los hechos».