Se trata de la ampliación del primer tramo, dice el seremi del Ministerio de Obras Públicas, tras reportaje dando cuenta que a un año de la tragedia de Quilacán no se ven obras en la peligrosa vía que une a La Serena y el valle de Elqui.
Luego de ello, las obras continuarán hasta poder concretar la tan anhelada doble vía en la peligrosa carretera, que ha sido escenario de accidentes que han dejado hasta ocho víctimas fatales en un mismo siniestro.
El temor está instalado en los habitantes de las localidades rurales adyacentes a la Ruta D-41 y también en los trabajadores de la locomoción colectiva. Y es que según afirman, «cada vez está más peligroso, sobre todo en esta fechas con los turistas».
Según Luis Peña, chofer que traslada pasajeros todos los días por esta carretera, tan sólo en el mes de enero ha tenido 3 o 4 incidentes en los que casi ha chocado. «Gracias a Dios estoy vivo, pero he tenido que lidiar con personas que te adelantan en lugares no habilitados, que se te cruzan, y si no fuera porque uno lleva años en esto y los reflejos todavía están bien, ya hubiese tenido un accidente», señala Luis.
«Quiero irme»
Pedro Galleguillos lleva años trabajando en los colectivos rurales, pero asegura que el nivel de estrés ya lo superó, por lo mismo, está al pendiente «por si sale otro trabajo», para poder tener una labor que lo haga vivir tranquilo tanto a él como a su familia. «Hoy día se sale con miedo, y la que más sufre es la familia, que escucha en la radio o ve en las redes sociales que hubo un accidente y se imaginan lo peor altiro. Entonces, lamentablemente, no queda de otra, a pesar de la edad yo pretendo cambiar de pega», asegura don Pedro.
Claudio Urzúa critica fuertemente el que no se hayan hecho los trabajos que se prometieron en la ruta, ya que a estas alturas debería estar lista la doble vía, según lo que prometieron las autoridades el año pasado, cuando ocurrió el trágico accidente que dejó ocho víctimas fatales. «Creo que nos engañaron una vez más. Engañaron a la gente, por eso que no se confía en los políticos, por este tipo de cosas. Una doble vía, con las mejoras que nos prometieron, subsanaría mucho de peligro que corremos, porque no queremos más muertos», expresa el conductor.
Más voces
No sólo los conductores de la locomoción colectiva reclamaron por «el nulo» actuar del Gobierno respecto a los trabajos en la ruta, también lo hicieron parlamentarios y los alcaldes de La Serena y Vicuña, tal como lo consigna la nota de ayer en Diario La Región.
Todos coincidieron en que las promesas fueron incumplidas y que la lentitud con la que se actuaba era demasiado grande.
Respuesta
del MOP
Ante los cuestionamientos, según explica el seremi del MOP, Javier Sandoval, los trabajos no se han dejado de lado y que este año es fundamental. «Durante el 2024, en la Ruta 41CH (D-41) se estarán realizando diversas obras. Como ya se ha mencionado anteriormente, la expropiación para la obra de ampliación de la ruta aún está en proceso. Esperamos poder licitar la obra de ampliación del primer tramo de 3,9 km el segundo semestre de este año, siempre y cuando estén tramitadas todas las expropiaciones», sostiene, agregando que «durante este tiempo, estaremos trabajando en obras de seguridad vial de 11 cruces peligrosos a lo largo de esta ruta. Dichas obras ya comenzaron a través de nuestro contrato global, con el cual estamos trabajando en el cruce Gabriela Mistral para posteriormente continuar con el cruce de la Escuela Agrícola, luego el de Rivadavia y finalmente el de Peralillo», finalizó.
Trágico hecho
Cabe señalar que el hecho que puso una vez más de relieve la necesidad de la doble vía en la Ruta 41CH, más conocida como Ruta D-41, fue el accidente ocurrido la madrugada del 28 de enero del 2023, cuando tuvo lugar un siniestro sin precedentes en la zona, tornándose en el más grave del que se tenga registro.
En la madrugada, dos vehículos menores colisionaron de manera frontal en la Ruta D-41. Uno de los automóviles habría cruzado el eje de la calzada, haciendo una maniobra de adelantamiento indebida y chocando de frente con el otro móvil.
No hubo sobrevivientes. Ambos automóviles iban con cuatro personas a bordo y fallecieron todas en el lugar, dejando un saldo de ocho muertos, seis adultos y dos menores de edad, uno de ellos un lactante.
La teoría que logró establecerse gracias a la SIAT (Sección de Investigación de Accidentes de Tránsito) de Carabineros, tuvo que ver con que uno de los conductores de los automóviles siniestrados iba en evidente estado de ebriedad y el otro llevaba las luces apagadas. Una combinación fatal.
