El director regional de Serviu, Ángelo Montaño, señaló que esto contempla considerar la pertinencia ambiental y una actualización de la prefactibilidad, lo que además determinará las acciones en materia de eventuales expropiaciones. La extensión de esta obra, según los nuevos criterios, debería alcanzar los 1,4 kilómetros.
Rodrigo Solís A.
Durante los últimos años, uno de los temas que de manera más recurrente se ha planteado desde la Seremi de Vivienda y Urbanismo, como un proyecto prioritario, es la puesta en marcha del proyecto de un cuarto puente que conecte al sector de Las Compañías con el centro de La Serena.
Una iniciativa que, de acuerdo a los plazos originales, debía entrar en su etapa de diseño durante 2023, y que, según estudios realizados en 2019, conectaría desde Pedro Pablo Muñoz pasando por el costado oriente de la línea férrea hasta empalmar con la avenida Costanera del Río y avenida Los Libertadores hasta la esquina de Nicaragua con avenida Islón.
Sin embargo, tras la pandemia y los cambios bruscos que ha sufrido la capital regional en materia de tránsito vehicular y por ende de planificación urbana, estos lineamientos han cambiado y requiere de estudios actualizados.
Al respecto, el director regional de Serviu, Ángelo Montaño, en diálogo con Diario La Región actualizó toda esta situación en el marco de una iniciativa comprometida y esperada por la comunidad. «Es importante recordar que este es un proyecto que surge por el año 2015 cuando se iniciaron los estudios de prefactibilidad, los que debían concluir para determinar la ubicación final del puente. En 2020 concluyó ese estudio de prefactibilidad y definió la ubicación y el trazado que debiese tener este puente luego de distintas evaluaciones que se hicieron tras las mediciones de flujo».
AJUSTES
Recordemos que si bien se analizó la posibilidad de situar el cuarto puente en paralelo al puente Libertador, surgieron los estudios que descartaron esta opción y determinaron que lo mejor era poder generar una extensión de calle México y Nicaragua y hacer un par vial generando una vía de cuatro pistas, atravesando para conectar con Pedro Pablo Muñoz.
«La intervención total contempla 1,4 kilómetros lineales. Durante el año pasado, iniciamos el proceso de adecuación del proyecto en términos de actualizarlo, porque el estudio de prefactibilidad anterior tenía casi ocho años», aseguró Montaño.
El director regional de Serviu indicó que «a partir de este trimestre, desde marzo en adelante, vamos a iniciar los procesos de licitación de las primeras fases del nuevo diseño. Esto contempla una pertinencia ambiental y la actualización de la prefactibilidad. Esas dos condiciones son importantísimas porque nos arrojan los elementos esenciales para el diseño, porque debemos contemplar que hubo una declaración de zona de humedal urbano en la cuenca del Río Elqui. Por lo tanto, hay que contemplar esos elementos en esta fase».
Cabe destacar que para ambos estudios se tiene contemplada una inversión cercana a los $545 millones y que debiesen desarrollarse a contar del segundo semestre de 2024.
EXPROPIACIONES
Si bien los estudios de prefactibilidad y de diseño son los que arrojan los resultados de las expropiaciones que se requieren, Montaño acotó que «la prefactibilidad anterior contemplaba expropiaciones, pero ya que hubo desarrollos inmobiliarios anteriores, consolidaron algunas avenidas que no son necesarias de expropiar. Será el diseño el que permitirá actualizar esos datos y arrojar los valores que tenemos que expropiar, porque no solo contempla el puente como tal y los diseños de pavimento, sino que también incorpora los estudios necesarios para fijar el trazado definitivo y las consideraciones de expropiación».
Sobre las obras propiamente tal, el director regional de Serviu señaló que «debemos hacernos cargo de que acá hubo un proceso muy lento que tuvo lugar desde 2018 a la fecha, donde la prefactibilidad desarrollada en ese tiempo fue muy lenta, y por lo tanto los estudios son más complejos de lo que uno cree. A nuestro parecer, el diseño hace tiempo ya debió estado concluido, incluso a inicios de 2022. Lo concreto es que la etapa de diseño debería extenderse por alrededor de 18 meses, aunque además requiere aprobaciones de terceros, que necesitan tiempos que no necesariamente son tan ágiles».
