La joven -que será formalizada por homicidio calificado- fue informada de los hechos cuatro meses después del sacrificio, pero partió rumbo al Cusco motivada por su relación amorosa.
Francisca Ceroni, la joven de 21 años que acompañó a Ramón Castillo -autodenominado “Antares de la Luz”- durante sus últimos días de vida, reconoció ante la Fiscalía haber viajado a Perú para reunirse con el líder de la secta de Colliguay, aún teniendo conocimiento del crimen del lactante, ocurrido en noviembre de 2012 en el marco de un ritual de autosanación.
Según detalló a Emol su abogado Carlos Palacios, la mujer -que será formalizada en Quilpué por homicidio calificado en calidad de encubridora- partió rumbo al Cusco atraída por la relación amorosa que ambos mantenían desde 2009.
“Existía una manipulación tremenda de parte de él sobre ella y sobre todo el resto del grupo que lo seguía”, argumentó el profesional, enfatizando que la artesana sólo conoció el hecho cuatro meses después de haberse concretado.
“Francisca no supo del sacrificio sino hasta el mes de febrero, cuando el propio Ramón le confesó que habían matado a una guagua”, agregó, recalcando que fue ella quien pidió explicaciones “una vez que se da cuenta de que todos los miembros del grupo estaban muy asustados y se contactaban a menudo”.