Raúl Muñoz Díaz (76), caminaba tranquilo la mañana del sábado, cuando un grupo de animales se le acercó para morderlo. Logró zafar, pero advierte que «si esto le pasa a un niño lo matan». Desde el municipio aseguran que nunca han dejado de trabajar en la esterilización y llaman a denunciar ante hechos de esta naturaleza.
El pasado sábado por la mañana fue un día infame para el ciudadano serenense Raúl Muñoz Díaz, que además padece una discapacidad visual. Según el relato de este hombre de 76 años, iba caminando tranquilamente con su bastón de guía (el que utilizan los ciegos), cuando de repente sintió unos pasos que se acercaban a él muy rápidamente. «Eran como un grupo de niños corriendo. Eso imaginé al principio, hasta que ya más cerca me di cuenta de lo que pasaba», relata Muñoz, quien cuando iba caminando justo por el frente de la ex CCU de La Serena, sintió como una jauría de perros se le fue encima.
Tuvo suerte
El hombre señala que tuvo suerte, pues «ya había pasado por situaciones similares e hice lo que hay que hacer, me quedé quieto y sin forcejear. Así hasta que los perros me soltaron. No sé cuántos eran, pero parece que no eran tan grandes, sino me matan», dice Raúl, quien afortunadamente sólo quedó con una visible mordedura en uno de sus brazos y el dolor tras haber caído al suelo.
Advierte que tal vez, si no tuviera discapacidad visual, hubiese podido hacer algo, «por eso me mordieron a mí y no a otra persona», pero asegura que es cuestión de tiempo para que esto se le vaya de las manos a las personas que deben resguardar la seguridad de los transeúntes. «A mí lograron morderme, pero estos perros les ladran a todos, lo que pasa es que yo soy ciego y no alcancé a arrancar. Pero le puede pasar a un niño chico, a una persona mayor, o a cualquiera que lo pillen desprevenido», relata el hombre, quien hace un llamado a las autoridades a cuidar más a los habitantes de La Serena, sobre todo a los niños pequeños. «Estamos en época en que los niños volvieron a clases y tenemos este asunto de los perros en muchas partes, ahora me mordieron a mí y pude zafar, pero imagínese si agarran a un niñito chico, yo creo que no lo sueltan», concluyó el ciudadano.
Una larga problemática
El problema de los perros abandonados en La Serena no es nuevo. Desde hace varios años que se viene dando y no han sido pocas las víctimas del ataque de jaurías. Perecía que ya se había mitigado un poco, pero a la luz de lo que le ocurrió a este vecino, la temática vuelve a estar en la palestra, sobre todo luego que la concejala animalista Daniela Molina planteara hace unos días que se habían dejado de hacer las esterilizaciones por parte del municipio y por eso la cantidad de perros abandonados habría ido en aumento y ahora estaríamos viendo las consecuencias.
Además, Molina sostuvo que, durante la pandemia, en medio del confinamiento mucha gente se sintió sola y adquirió perros como mascotas, pero una vez que retornó la normalidad, simplemente, de manera irresponsable, se deshizo de ellos, y estos hoy están viviendo en la calle, lo que ha contribuido a que el inconveniente se agudice.
Municipio
Consultado el municipio de La Serena por la situación vivida por don Raúl Muñoz Díaz, señalaron que llevan mucho tiempo trabajando en esta problemática, en la que han materializado varios proyectos y sin dejar de esterilizar. «Como municipio llevamos varios años trabajando para evitar los problemas que generan los perros abandonados. Hemos remodelado nuestro Centro de Tenencia Responsable, realizando más atenciones, sobre todo en temas de esterilizaciones. Cada vez que encontramos algún perro abandonado que causa algún problema, lo retiramos del lugar donde se encuentra y de inmediato se esteriliza para evitar situaciones de riesgo», precisan.