Durante la última sesión de la Comisión de Aguas y Recursos Hídricos del CORE, los representantes de la Junta de Vigilancia del Río Grande y Limarí y de la Asociación Gremial de APR de Limarí, profundizaron en el panorama hídrico provincial y marcaron prioridad en las medidas más urgentes a tomar.
Una de las principales inquietudes del cuerpo colegiado giraba en torno a la priorización del agua disponible para consumo humano de Ovalle, considerando el tema planteado en reunión con la sanitaria Aguas del Valle y que el Embalse La Paloma, que abastece a la capital provincial de Limarí, está hoy al 3% de su capacidad.
Al respecto, el presidente de la organización de riego de Limarí, dijo que «nosotros tenemos una resolución probada del programa de redistribución de agua con prioridad para consumo humano, con la Dirección General de Aguas (DGA), que es el organismo competente para eso. Aguas del valle es un usuario más, que puede ser importante, pero no es la autoridad competente».
A nivel de cuenca Limarí, se plantea la construcción de varios mini tranques para aprovechar cualquier lluvia que caiga durante el año en áreas no cubiertas por embalses. Se suma la construcción de canales alimentadores, infraestructura que califica como una «carretera hídrica reducida», proyectada por la empresa Aquatacama, «que es traer una tubería de gran diámetro a través del mar, que nos permita satisfacer las necesidades de las regiones y provincias que se han visto más afectadas».
Comités de Agua
Potable Rural
En Limarí existen 96 Sistemas de APR, de los que 83 están afiliados a la Asociación Gremial que preside Luis Alfaro, quien estuvo presente en la última sesión de Aguas y Recursos Hídricos, presentando la situación de quienes abastecen de agua sus hogares por esta vía.
«Estamos llegando al tiempo en que todas las organizaciones sociales relevantes nos reunamos con las autoridades y definamos un plan de trabajo, porque ya tenemos la problemática hasta el cuello.
No podemos seguir como estamos y la presentación que hizo el presidente de la Junta de Vigilancia del Río Grande y Limarí es muy buena, una alternativa posible para encontrar agua que pueda ser conducida desde el sur, requiriendo menos tiempo que la construcción de plantas desaladoras», dijo.