Sebastián Rodríguez todavía no sabe cuánto es el monto total de los dineros que se perdieron, pertenecientes a los trabajadores de la Salud Primaria, pero en el análisis de los libros contables, las cifras no cuadran por ningún lado, por lo que ahora el trabajo está enfocado en dar con los números más o menos exactos y encontrar a los responsables.
Actualmente, la nueva directiva encabezada por Sebastián Rodríguez está trabajando para poner en funcionamiento el Servicio de Bienestar de la Atención Primaria de La Serena, y ha tenido avances. Por lo pronto, ya se tiene acceso a las cuentas donde estaban los montos que presuntamente se habían perdido. Eso sí, lo negativo de todo es que no estaba todo el dinero.
El contexto
Pero vamos al principio de la historia. Fue durante la última semana de marzo, en medio del escándalo debido al millonario desfalco por boletas pagadas a funcionarios fantasmas en el Departamento de Salud de la Corporación Gabriel González Videla, cuyos montos defraudados ascienden a casi 800 millones de pesos, cuando se sumó otro robo de dinero, que si bien era mucho menor, de igual forma complicó tanto a los directivos de la corporación como al mismo alcalde de La Serena, Roberto Jacob, quien anunció acciones legales si finalmente no se solucionaba este presunto robo de dineros en el Servicio de Bienestar de los funcionarios de la Salud Primaria de La Serena.
Montos y la historia
Pero, ¿cómo se gestó este posible fraude? Según explicaron en su momento desde la Afusam, en los hechos estuvieron involucrados, presumiblemente, los directivos de la administración anterior de Bienestar. Resulta que este servicio se financia por dos vías. Primero, a través de un descuento automático que se les realiza a los funcionarios de la salud que están inscritos, y en segundo término, por una cantidad que entrega el Estado al municipio, y el municipio a su vez a este estamento (Bienestar).
Durante el último año -aquello se está corroborando- desde la casa edilicia entregaron 17 millones de pesos, y el resto vino de los trabajadores, totalizando unos 48 millones. Pero, ¿qué ocurrió con ellos? Aquí está el gran problema, que nadie sabe dónde fueron a parar, y peor aún, nadie tenía acceso a las cuentas para verificar siquiera si los montos estaban, ya que las únicas personas que manejaban las claves, eran la anterior directora y la secretaria, quienes se fueron de la corporación sin dejar ningún tipo de información, inubicables.
Acceso a las cuentas
Tras idas y venidas con el banco, finalmente los nuevos directivos lograron acceder a las cuentas. Así lo manifiesta el nuevo presidente del Servicio, Sebastián Rodríguez, quien confirma que pudieron acceder a toda la información. «Pudimos habilitar las cuentas, poner a nueva gente que pudiera manipularlas, y ya se pueden utilizar, por lo que desde el Municipio y la corporación pueden reintegrar los dineros correspondientes al Servicio», indicó Rodríguez.
Incongruencias
Desde la administración saliente que los libros contables presentaban incongruencias, por lo que se le había solicitado al encargado de finanzas del municipio, Mario Aliaga, que hiciera una revisión en relación a los montos que se habían entregado a los funcionarios y los montos que había entregado la municipalidad al Servicio. «Tuvimos que hacer un nuevo balance y esa información se le entregó a don Mario Aliaga, quien nos respondió el día miércoles, diciéndonos que efectivamente había irregularidades, porque iba a ser difícil cuadrar los montos», informó Sebastián.
Dinero perdido
Si bien existían montos que no se podrían justificar por motivos técnicos, de acuerdo a lo que remarca Sebastián Rodríguez, existen otros dineros que simplemente se perdieron. «Se perdieron dineros, todavía no hay claridad de cuánto es, pero sabemos que sí, por eso hay que seguir investigando el monto total del desfalco en Bienestar y las irregularidades que se produjeron», finalizó el dirigente.
