La gobernadora regional Krist Naranjo está formalmente suspendida por dos meses, pero la reclamación presentada en la Suprema le permite seguir con sus labores hasta que ésta se resuelve. Ayer, los funcionarios, quienes tenían prohibido el ingreso al salón, se enteraron de que uno de los suyos había sido removido, por lo que la dirigente Beatriz Hidalgo comenzó a reclamar desde afuera con un megáfono. Mientras tanto, al interior, la consejera Ampuero interpelaba tanto a la gobernadora como a la administradora regional. Finalmente pudieron entrar y hubo una fuerte discusión ente Naranjo e Hidalgo.
Eran las 15.00 horas del martes y en el Salón Gabriel González Videla del gobierno regional se respiraba tensión. Pese a que la Corte Suprema ratificara la sanción que suspende a la Gobernadora regional Krist Naranjo por dos meses, la autoridad se presentó como si nada para presidir la sesión del Core realizada el día de ayer.
Palmoteos en la espalda
Absolutamente todos los medios regionales estaban presentes, esperando que se pudiera desatar el caos, ya que los consejeros manifestaron previamente que no entendían por qué Krist Naranjo podía continuar allí. Fue aquello lo que llevó a la core Paola Cortés a consultar al inicio de la sesión si procedía la presencia de Naranjo, a lo que la secretaria del consejo respondió que sí, ya que, tras el recurso de reclamación presentado por el abogado de la máxima autoridad regional, todavía no está obligada a cumplir la sanción hasta que aquello se resuelva.
Luego de eso, la sesión se desarrolló en completa normalidad, sin los consejeros haciendo alusión a Naranjo.
Sin embargo, llegando a las 16.30 horas, desde la nueva asociación de Funcionarios del Gore, quienes en ese mismo momento se encontraban en una asamblea y que en principio no tenían la intención de manifestarse, decidieron tomar una radical decisión luego que se enteraran que un trabajador con una antigüedad de 10 años había sido removido de sus funciones, una vez más «arbitrariamente», según indicó Beatriz Hidalgo, dirigente, quien señaló que ahora, su compañero sería «sólo un anfitrión. Lo van a poner en la puerta para que salude a la gente, y para eso tenemos a los guardias», manifestó indignada. A partir de ese momento se desataría el caos.
Sin poder entrar
Con megáfono en mano, Beatriz Hidalgo llegó hasta la puerta del pasillo del salón Gabriel González Videla, donde la guardia de seguridad la detuvo, señalando que tenía instrucciones expresas para no dejar ingresar a los funcionarios, por lo que la dirigente comenzó a gritar desde afuera, emplazando a Naranjo para que les diera una justificación debido a este nuevo acto que vulneraría el derecho de los trabajadores.
Adentro la sesión seguía, pero no pudieron evitar oír a la dirigente, por lo que la consejera Ximena Ampuero tomó el micrófono y le preguntó a Naranjo por qué se había tomado la decisión de dejar a fuera a esta gente en un acto público, a lo que Krist respondió que estaban siendo objeto de un sumario, lo que sorprendió a todos. Luego de eso se dio un receso.
Tenso encuentro
La gobernadora salió rápidamente del salón, y al ser consultada manifestó que estas cosas «no corresponden. Estamos llevando a cabo una sesión en la que tenemos aun muchos puntos por abordar», explicó.
A esas alturas, Hidalgo ya estaba al interior de la sala, y cuando se retomó la sesión, se acercó a la testera, donde habló en duros términos a la Gobernadora e incluso le quitó el micrófono para ponerlo en el suelo, lo que gatilló que Naranjo se retirara nuevamente.
No había ningún tipo de orden. Todos caminaban de un lado para otro sin saber qué hacer ni cómo terminaría la sesión. Finalmente, y más bien de una manera natural, la situación fue decantando y se tranquilizó. Sin embargo, marca un pésimo precedente con miras a lo que se viene. No pasó inadvertida la presencia de la gobernadora pese a estar suspendida, y aquello quedó totalmente de manifiesto luego de este nuevo escándalo en el consejo regional.
