El siniestro, que se desató la tarde de este jueves, cerca de las 14 horas, devastó de manera total las viviendas, dejando a diez personas damnificadas. Dos perros no lograron escapar. «Todo fue muy rápido», contaron los vecinos.
El miércoles por la noche, los vecinos de Caleta San Pedro se juntaron para marchar y exigir más seguridad. Todos unidos para luchar contra la delincuencia, dijeron.
Y ayer, en otra circunstancia, claro, la misma gente debió batallar esta vez contra las llamas que lamentablemente destruyeron tres viviendas en Avenida Pacífico con Eduardo Varela.
Quienes lo perdieron todo, sentados a metros de sus viviendas todavía humeantes, todavía calientes, miraban con impotencia como el esfuerzo de toda una vida se esfumaba en minutos.
Un incendio que comenzó cerca de las 14 horas -bomberos hasta el cierre de esta edición aún no señalaba las causas- y en que los propios vecinos culparon a un cortocircuito en uno de los transformadores.
«Sentimos la explosión y en cosa de segundos se iniciaron las llamas», cuenta una residente del lugar, que lamentaba la pérdida de dos perritos que no lograron escapar del fuego.
Como queja, el problema de los grifos, esgrime Lorena Sierra, presidenta de la Junta de Vecinos, «pues costó mucho sacar agua para apagar el incendio. Ahora se notó más, pues hace años que no había uno. ¿Lo lamentable? La muerte de dos mascotas que no lograron salir de uno de los domicilios, ya que todo fue muy rápido: sentimos la explosión y el fuego en cosas de segundos se propagó por los tres domicilios».
Todo muy rápido
El siniestro movilizó a ocho unidades de Bomberos que trabajaron arduamente para controlar las llamas, junto a Carabineros, y de esta manera evitar que el fuego se propagara a viviendas aledañas.
Una vez controlado el fuego, horas después comenzó el trabajo de los vecinos, quienes prometieron no dejar solas a las dos familias damnificadas.
«Quedaron sin nada, entonces vamos a realizar bingos, completadas y estamos pidiendo ropa en este momento, que es lo más necesario», dice Lorena, aún consternada por el hecho.
«Imagínate, ayer estábamos manifestándonos en contra de la delincuencia y ahora esto. Todo fue muy rápido, no hubo tiempo para sacar las cosas, solo lograron salir las personas de sus hogares, gracias a Dios», agrega.
Por lo pronto, una de las familias afectadas (en total fueron diez personas, entre ellos niños) se quedará con algunos familiares y la otra en la casa de unos vecinos. Como acopio se prestará la sede social de la villa nueva que está frente al Centro Gastronómico, que ayer también cooperó enviando alimentos.
Una de las viviendas se ocupaba como casa de veraneo, por lo que no había moradores.
Lo terrible se dio en momentos en que la gente, desesperada, intentaba sacar algunas cosas, cuando un delincuente aprovechó la ocasión para robar. Por fortuna fue detenido por Carabineros, que trabajó, además, sacando escombros para evitar que el siniestro se propagara.
«Sí, un ladrón aprovechó el momento para robar cosas, pero fue detenido y es del sector, entonces ni en momentos de desgracia estas personas respetan», se queja Lorena.
Desde el municipio se trasladaron dos trabajadoras sociales, junto a funcionarios de la Dirección de Riesgo, quienes comenzaron a trabajar en conjunto con profesionales del Departamento Social en la entrega de ayuda a las familias afectadas por el incendio.
Recibirán colchones, cajas de alimentos, agua y kits de higiene.