Solo 23 comerciantes siguen en el lugar y se teme que el resto pueda volver a la calle, retomando una problemática que durante décadas no se ha podido solucionar.
Hace poco menos de un año se hizo entrega del espacio que se pensaba como la solución del municipio a la problemática del comercio ambulante. Luego de meses de trabajo, en enero de este año, el Mercado Central comenzó a operar como un espacio que albergaría a 84 personas que lograrían salir de la calle para formalizar su espacio de ventas.
Poco duró la ilusión, si en abril las bajas ventas impulsaron a algunos de los socios a establecerse nuevamente en espacios no habilitados, específicamente en alrededores de La Recova. La acción de la municipalidad y el gobierno evitó que los comerciantes ambulantes se tomaran La Recova por más tiempo, pero en concreto no hubo ninguna acción para mejorar la situación.
En junio, el problema se agudizó, el en ese entonces dirigente del Mercado Central explicaba que, «hoy el sitio está al borde del colapso, en cualquier momento cierra», acusando el estancamiento de las ventas y el abandono de la asociación de más de la mitad de los comerciantes.
La actualidad del recinto
Ayer fuimos a recabar cómo se vive la situación en el Mercado y nos encontramos con una realidad no muy distinta a la ya mencionada.
Joselyn Silva, una de las asociadas que se mantiene desde enero, nos contó su experiencia, que no ha sido positiva. «Ha sido agobiante, la gente no ha venido porque fuimos estigmatizados, nos metieron a todos en el mismo saco, a la gente que no andaba metida en peleas con la gente que sí».
Vale mencionar que, para hacer uso del espacio, todos los socios deben aportar al pago del arriendo, el cual asciende, según indican desde la administración, a 4 millones de pesos mensuales, a lo que se suman los gastos básicos, agua, luz, aseo y guardia. «Al principio éramos 84 socios, ahora quedamos como 23 o 24 socios, tenemos que hacer completadas y rifas para sustentar el arriendo, la luz y el agua, porque desde el día uno tenemos todo cancelado, al día», nos explica Joselyn, quien carga con una hija en la educación superior, otra en educación media y una pequeña en el jardín.
Respecto a lo anterior, Gonzalo Arceu, director de Seguridad Ciudadana municipal, comenta que se han trabajado algunas inquietudes de parte de la nueva administración, a lo que se suma «la posibilidad de ver algún tipo de permiso, en fechas exclusivas, en algunos puntos determinados que estamos trabajando, para continuar con el apoyo permanente que hemos dado y así ellos puedan generar recursos».
Esta posibilidad de venta fuera del recinto habilitado, junto con otros detalles, se habría de tratar en una reunión entre el municipio y el representante de los comerciantes, Enzo Herrera, a realizarse este viernes.
Buscar otro camino
Aún con el optimismo con que nos habló el representante de los comerciantes del Mercado Central, el abandono de más de la mitad de los socios del local sigue siendo muestra de un proyecto que no logra resultados positivos.
Al preguntar a Herrera sobre los casi 60 comerciantes que dejaron sus puestos, nos comenta que «no aguantaron más, tuvieron que buscar otros rumbos», entre los que, como no, existe la opción de volver al comercio ambulante, lo que se podría hacer aún más evidente si no hay solución pronta al momento que viven en el Mercado Central y más comerciantes deciden lanzar la toalla.
El futuro del
Mercado Central
Enzo Herrera, actual representante de los comerciantes del mercado central, confirma la situación comentada por Joselyn. El mercado central no tiene el flujo de clientes que esperaban, muchos de los socios se han desligado del mercado y luchan constantemente para generar, no solo ganancias, también el dinero necesario para solventar su estancia en el espacio, el pago de servicios básicos y gastos extras.
Aún en tal situación, Herrera comenta que desde su llegada al cargo, hace 2 meses, ha logrado llegar a buenos términos con el municipio, lo que abre las puertas a posibles permisos fuera del Mercado Central.