Pescadores de nave que naufragó llegaron a Coquimbo para reencontrarse con sus emocionados parientes

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actualidad4Al fundirse en un sentido abrazo a su arribo a Coquimbo con sus seres queridos, los nueve  tripulantes de la lancha pesquera San Jorge de la empresa Rymar, quienes fueron rescatados por  otra nave de pesca, tras naufragar en su nave en la madrugada del pasado sábado frente al puerto de Huasco, dejaron atrás la verdadera «pesadilla» que vivieron en alta mar.

 Su llegada fue a bordo de la lancha Elena S, embarcación desde la que fueron trasladados a tierra por la nave LPM Arcángel 4401 de la Gobernación Marítima de Coquimbo, finalizando cuatro días de viaje para regresar a la zona en óptimas condiciones de salud.

Una odisea

Joel Godoy, maquinista de la San Jorge, la cual contaba con matrícula de Coquimbo,  fue recibido por su hijo y su señora, a quienes besó con lágrimas en los ojos, relatando que agradece a la Armada y principalmente a las tripulaciones de las lanchas Elena S, Cristina y Puerto Lindo de las empresas pesqueras Omega y Santa Cecilia, debido a su respuesta inmediata a su llamado de auxilio, posibilitando que no terminaran a la deriva con todos los peligros que esa situación reviste.

«Estuvimos desde las cuatro de la tarde a las doce de la noche tratando de aguantar, porque el trabajo que hicimos era  para mantenernos a flote y doy gracias a las otras embarcaciones que fueron a rescatarnos, si no el resultado hubiera sido otro, afortunadamente llegaron a socorrernos a tiempo, ahora estamos tranquilos asimilado esto y ahora quiero estar con mi señora y mi hijo».

El tripulante Carlos Torres, padre de cuatro hijos,  aclaró que el gran compañerismo que existe entre los pescadores fue la clave para salir airosos de los difíciles momentos que vivieron. «Los compañeros estamos para apoyarnos entre todos y afuera también esa unión nos hizo fuertes para sobrevivir y si alguien nos necesita ahí  estamos, por eso pienso que voy a regresar a trabajar al mar porque esto es lo mío porque soy de Coquimbo y de niño desde los cerros veía a los barcos y yo quería ser marino y para mí es muy satisfactorio este trabajo y en esta situación  hubo momentos de mucha preocupación y angustia por nuestras familias, fue difícil saber que nos hundíamos sin poder hacer nada más, pero cuando vimos que llegaron a buscarnos fue un gran alivio».

Falla en la sala de máquinas habría causado el naufragio

Con aplomo el capitán de la San Jorge, Víctor Muñoz, tras recibir el afecto de su esposa Blanca Calixto, con quien tiene tres hijos, explicó que fue un problema mecánico el que habría causado una vía de agua en su navío, provocando que terminara yéndose a pique.

«Hubo un problema en el propulsor por el desprendimiento de un eje, que le puede pasar a cualquier embarcación, estábamos en plena faena y llevábamos  recién tres caladas cuando se produjo esto, ahí  llamamos a las naves que estaban en las cercanías por radio HF y el comportamiento de mi tripulación fue muy bueno, ellos son excelentes marinos, hubo nerviosismo durante las horas  que esperamos mientras hacíamos  agua, pero salimos adelante y nos demoramos como cinco minutos en transbordar a la embarcación que nos rescato».

Muñoz agregó que  espera tomar un descanso para volver a la misma actividad, debido a que la navegación es su pasión.

 «Yo llevo 30  años en el mar y por eso  voy a volver, no tan pronto,  recién vengo de esto, pero tras recuperarme volveré».

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