Doña Rossana del Carmen Morales Rojel salió de su casa en Joaquín Edwards, para ir a control a eso de las 7 de la mañana. Ya estaba con síntomas de parto.
Pero cuando llegó a calle Rubén Jiménez con Edwards, ya no pudo más, la guagua quería salir. Entonces se recostó y pidió ayuda.
Una vecina, Margarita Vega, logró verla y salió a ayudarle. Mientras, era solicitada la presencia de carabineros del Retén Las Encinas, que está cerca.
Así fue como luego llegó al lugar un carro con el Sargento Segundo Juan Peralta y el carabinero David Bahamondes, quienes prestaron asistencia a la parturienta. Minutos después recibían de manera natural a un robusto varón.
El carabinero Bahamondes, quien lleva cuatro años en la institución con tres años de servicio en la Segunda Comisaría y en el Retén Las Encinas, contó a LA REGIÓN: «Es primera vez que me toca este tipo de procedimiento, pero aplicamos todos los conocimientos que Carabineros nos da en los cursos de reentrenamiento que nos hacen constantemente en primeros auxilios para dar asistencia a personas que los necesitan»…
Cuando llegamos, agrega, el bebé ya estaba saliendo. Procedimos, con mi Sargento Peralta, quien dio las instrucciones de cortar el cordón umbilical, yo me saqué el cordón de mi zapato y amarré el extremo para cortar, eso no es lo ideal, pero dadas las circunstancia y el gran frío que hacía era urgente abrigar al bebé que envolvimos en una manta que teníamos en el carro».
Al lugar también llegó la ambulancia del SAMU. Los paramédicos trasladaron a la madre e hijo quedando en observación, en especial el lactante por las condiciones de su alumbramiento aunque el estado de salud de ambos es normal.
En el Servicio de Maternidad, Rossana Morales, madre de 6 hijos, quien ahora suma un nuevo integrante a su familia, quien agradeció la ayuda de carabineros.
Ella manifestó a diario LA REGIÓN que su hijo no presenta problemas, pero que los médicos decidieron examinarlo acuciosamente para confirmar su buen estado.
También le acompañaba en ese momento la vecina Margarita. Comentó que fue una hermosa experiencia haber ayudado al nacimiento. «Yo salí al escuchar los gritos de ella… estaba sola, la atendí en el suelo y le bajé la ropa como pude para recibir a su guagüita y ahí llegaron los carabineros para cortar el cordón. Para mí fue una experiencia muy linda que nunca pensé que me iba a suceder, pero lo bueno es que mi vecina y su hijo están bien».
Luego vino la foto, en un ambiente de evidente emoción de la joven madre y de orgullo por el servicio brindado de quienes tuvieron esa oportunidad y claro, nosotros, que también nos emocionamos.