Exigen soluciones: Camioneros siguen viviendo pesadilla por la delincuencia

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Nuevas técnicas y más atrevimiento, caracterizan a las bandas dedicadas al robo de la carga de las máquinas. La falta de áreas de descanso es un factor preponderante que incide en el accionar de los antisociales. Ante tal situación, desde el gremio ya no saben qué hacer y solicitan al poder judicial a que no libere a quienes los asaltan cuando Carabineros logra capturarlos.

Una verdadera pesadilla es la que continúan viviendo en el gremio de los camioneros. Resulta que por más esfuerzos que se hagan desde Carabineros, los robos y los asaltos a mano armada no cesan.
Ellos ya lo habían advertido: El peaje Troncal Norte de Tongoy es el más peligroso que existe en la zona respecto a la presencia de bandas delictuales, por lo que la recomendación del gremio era no detenerse allí. Claro, ante la falta de zonas de descanso o las malas condiciones en las que se encuentran -a la espera de que sean reparadas y que se construyan más-, los conductores utilizan sectores como los peajes, debido a la luz y a la permanente presencia de automóviles y gente despierta, para descansar y dormir un rato tras tantas horas de viaje.
Pero los camioneros no han hecho caso y se han seguido produciendo delitos en ese sector, en parte también por la facilidad que tienen los ladrones para escapar, ya que rompen las mallas de seguridad a un costado de la vía, y entran y salen, perdiéndose rápidamente en la vegetación si llegan a ser sorprendidos.

Una vez más

La semana pasada se produjo otro robo cerca del peaje Troncal Norte, una vez más, y esta vez con una nueva modalidad. Ocurre que, además de seguir ocupando el método de atacar cuando el conductor se encuentra dormido por las noches, pero ahora también lo hacen a plena luz del día, durante la mañana, cuando se forma la inmensa fila de camiones que aguardar para pagar el peaje. Es en ese momento en que los antisociales, con una destreza que impresiona, cortan las cuerdas con las que los camiones protegen su carga y roban lo que pueden. Así lo manifiestan desde el gremio.
«Ya hemos tenido varios de esos hechos, porque el ladrón va buscando distintas fórmulas, y la semana pasada nomás tuvimos uno importante. Se robaron parte de la carga y después huyeron, pero esta vez no a través de las mallas rotas, sino que lo hicieron en un colectivo en el que andaban. Huyeron, pero se alcanzó a avisar a la policía y lograron dar con estos sujetos cerca de Guanaqueros. Pasaron a control de detención, pero lamentablemente volvieron a quedar libres, y eso que tenían reiteraciones por este mismo delito. La verdad es que uno no entiende cómo opera la justicia chilena, porque te doy por seguro que en menos de una semana esa persona volverá a robar, ya que sabe que no le pasará nada», esgrimen desde el gremio de los conductores.

Robo de cables también afecta

Pero los problemas suman y siguen, otro de los inconvenientes que los tiene complicados es el de los robos de cables eléctricos, particularmente en el sector de la comuna de La Higuera, donde, además de quedar totalmente a oscuras a merced de quienes se dedican al robo de la carga de los camiones, sin electricidad, los conductores no se pueden bañar ni asear en caso de haber tomado allí su merecido descanso. «Es decir, si libran de ser asaltados, al final igual lo pasan mal, porque no es grato seguir trabajando por horas, para no atrasarse en los horarios, sin poder haberse dado una ducha de agua caliente antes de salir. Lo que nosotros le pedimos a las autoridades es que inicien algún tipo de investigación que pueda dar con el paradero de estas bandas, porque está claro que se trata de bandas organizadas. Este problema ya escapa a las concesionarías, es un tema policial y judicial que se debe resolver urgentemente», indicaron desde el gremio de los camioneros.

Áreas de descanso

Cabe consignar, que una de las grandes demandas de los camioneros ha sido contar con áreas de descanso seguras, y finalmente han conseguido que tanto el Gobierno como la empresa concesionaria se comprometan a que para el 2025 estos lugares aumenten en la región y además con las condiciones óptimas para que los trabajadores puedan descansar. El problema es que todavía falta tiempo para ello, mientras que los delitos siguen ocurriendo.

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