Presidente de FENAMINSA asegura que muchos trabajadores deben operar haciendo uso de sus artefactos particulares, sin ser provistos desde el gobierno.
La mañana de este lunes, funcionarios de la delegación presidencial y miembros de la Asociación de Funcionarios del Ministerio del Interior de la Región de Coquimbo (FENAMINSA), realizaron un punto de prensa para visibilizar las demandas no cumplidas sobre las mejoras en infraestructura y equipamiento para sus funcionarios.
El presidente nacional de FENAMINSA, Sebastián Guerra, aclaró que serían seis puntos no cumplidos, de los que cuatro son de mejoras de infraestructura para las dependencias nacionales y de la región de Coquimbo. «Sobre el acuerdo firmado el 8 de enero de este año, a la fecha aún no tenemos ningún cumplimiento por parte del ministerio (…); de los seis puntos en cuestión, cuatro pertenecen netamente a mejoras de infraestructura».
Condiciones y exigencias dispares
El Ministerio del Interior, que está a cargo de ciberseguridad, no entregaría las condiciones adecuadas a sus funcionarios regionales, así lo explica el dirigente nacional Sebastián Guerra.
«Nosotros como ministerio que estamos a cargo de ciberseguridad, no tenemos la capacidad de poder trabajar con equipos actualizados o que vayan acorde a lo que necesitamos ahora».
Según nos comenta el dirigente, además del catastro nacional de 1.200 computadores que están dados de baja sin sistema operativo, en el caso regional también hay deficiencia de vehículos institucionales. «Tenemos vehículos del 2011. En este momento contamos solamente con uno, que es con el que se mueve la autoridad, y el otro está en el taller. Solamente en 2024 hemos gastado más de $4 millones de pesos en reparación de ese vehículo, sin considerar años anteriores».
Ese sería el caso de la delegación regional, mientras que las delegaciones provinciales están igual o peor. Según informó FENAMINSA, en Limarí viven una situación similar, con un solo vehículo a manos de la delegada presidencial, mientras que en la provincia del Choapa no cuentan con ningún vehículo activo, por lo que la autoridad provincial estaría utilizando un auto arrendado, situación que tendría a todas las delegaciones de la región sin transporte para su rol de coordinación y fiscalización.
Este tipo de falencias, según comenta Guerra, no se condice con las exigencias que llevan los funcionarios de la delegación, quienes deben cumplir. «Nuestra atención es hacia la comunidad, básicamente las exigencias son las mismas, el nivel central nos pide los mismos rendimientos que se piden a los equipos del Edificio Bicentenario en Santiago, y nosotros estamos lejos de esa realidad».