Desde el sector político pareciera que falta trabajo para acercar los proyectos de los candidatos a los jóvenes ciudadanos.
Hoy en día, con la información al alcance de la mano, muchos prefieren confiar
en la opinión de amigos o familiares. Es deber de cada uno instruirse, pero, ¿para qué informarse si no se perciben cambios reales?, dicen algunos.
Michael Ramos, de 23 años, fue consultado acerca de cómo se preparó para las elecciones, aclaró que, «mi familia está bien interesada en el tema de la política, yo estoy enfocado en votar por alcalde, pues es lo que más me interesa». En cuanto a los otros cargos por los que se votará, detalló que, «no me ha despertado tanto interés, no me he informado como para saber más de ellos, no me llama mucho la atención, son bastantes candidatos, es difícil elegir». También recuerda su primera participación electoral en el plebiscito, «en esa ocasión no me interesaba, sinceramente. En mi familia se hablaba y me decían por qué tenía que votar». Dinámica que repetirá para esta elección, situación que comparten otros tantos jóvenes de la región.
Por el contrario, Darlet Mundaca, estudiante de Administración Pública de 20 años, comentó que, «me he estado informando por los candidatos que me parecen interesantes, veo sus propuestas y los tipos de campañas que hacen. También presto atención a la opinión pública que da la gente por redes sociales». Y añadió que, «mi interés viene por la familia, mi papá siempre me compartió la visión de mejorar el país a través de la política. El tema de la política se debe conversar primero en la casa».
Los jóvenes que votarán no están totalmente alejados de la política, sin embargo, falta un enganche que termine por convencerlos y reforzar la idea de que esta es la vía para los cambios. Desde la educación se ha hecho un trabajo para instruir a niños y adolescentes sobre la importancia de la participación y la confianza en el marco institucional, pero al momento de llegar a la mayoría de edad y ganarse el derecho al voto, los jóvenes conocen la importancia sin convocarles mayor interés que un trámite más que se les exige.
Poco interés
«Pensaba leer sobre los candidatos, sin embargo, como son tantos, cuesta informarse de todos, la política me interesa, pero no mucho». Evalúa su poco interés, «para los plebiscitos me interesé harto, pero, como la gente se lo tomó a la chacota, me bajó un poco los ánimos. Pasa lo mismo cuando son muchas cosas, la gente no le da importancia a leer las propuestas de los candidatos», dice Sergio Narea, estudiante de Ingeniería en Minas de 21 años.
Esta falta de apoyo no se debe a déficit de propaganda o a una débil personalidad por parte de los candidatos, el desinterés se generó por falta de compromiso de parte del sector político, desidia que ahora los jóvenes le devuelven al sistema democrático. Si ya costaba que la población se informe acerca de 2 o 4 alternativas, ¿cómo lo hacen cuando se trata de cientos de candidatos con proyectos distintos, para cuatro cargos diferentes?
Hacen el intento
Benjamín Galleguillos, compañero de Sergio que ya está por cumplir los 19 años y viene de La Higuera, complementó que, «me intereso por mi comuna, también intento buscar información de los concejales y sus propuestas, lo mismo con los alcaldes. Me he informado, no como debería, pero algo me manejo, porque me llama la atención, no estoy un 100% metido en la política. Hay confianza hasta cierto punto, porque se ha sabido de concejales o alcaldes que tienen ciertas irregularidades que despiertan esa sensación en uno».
Voto obligatorio
El voto obligatorio tiene la ventaja de ser una muestra más representativa en comparación al voto que no lo es, convocar a gran parte del país a las urnas es lo ideal para muchos. El problema surge cuando quienes tienen que estar presentes cumplen por no asumir una multa o sanción.
«Mi opinión es que la desinformación surge de la desconfianza que se tiene con los políticos, siento que no dan soluciones. Tengo que ir por el deber, votaré por las opciones de mis cercanos, mi interés es nulo, voy porque es obligación nada más», acotó Andrés Medina.
