Ema Valdivia, prima hermana de Cristian Rojas, uno de los hombres de mar cuya embarcación volcó en Caleta Maitencillo (Canela), relata el calvario que viven sus cercanos tras la tragedia, donde ya se confirmó la muerte de otro tripulante, Pedro Riquelme. Según la familiar, desde la Armada les dijeron que las posibilidades de que estuviera vivo eran nulas.
Temporada de jibia y la embarcación estaba lista para zarpar. Los pescadores Armando Tapia, Cristian Rojas y Pedro Riquelme, salían desde Los Vilos hasta Caleta Maitencillo, en la comuna de Canela, para abordar el bote y navegar mar adentro en busca del recurso marino que ha puesto el pan sobre la mesa de las familias de tantos trabajadores que, como ellos, salen a un horario determinado con la esperanza de que la jornada sea productiva, pero en rigor no tienen idea si retornarán a salvo ante un siempre indescifrable mar, que puede desatar su furia en cualquier momento.
Fatídica
madrugada
Así sucedió la madrugada del lunes, por lo mismo, todos los pescadores y buzos que salieron desde Caleta Maitencillo decidieron devolverse a mitad de camino por las adversas condiciones climáticas. La mayoría volvieron sanos y salvos, pero la embarcación de Armando, Cristian y Pedro, no corrió la misma suerte que los demás botes.
Eran aproximadamente las 03.30 de la madrugada, cuando el bote en el que iban los tres pescadores se volcó, quedando sus tripulantes a la deriva entre la penumbra de la noche y la furia del mar, que no tuvo piedad ni con Pedro ni con Cristian, los dos de mayor edad, ya que los arrastró y envolvió en la corriente sin que ellos pudieran hacer nada.
Pero las aguas agitadas sí le dieron la oportunidad de salvarse al más joven del grupo, Armando Tapia, quien como pudo y con las fuerzas que le quedaban, logró salir a flote y llegar a tierra firme después de una dura lucha.
Fue el propio Armando quien dio cuenta de lo ocurrido, y de inmediato se activaron los protocolos de búsqueda para dar con los dos desaparecidos, desplegándose una patrulla policial marítima para corroborar los hechos y realizar las primeras diligencias. Tras ello, comenzó el rastreo por cielo, mar y tierra.
El adiós de
don Pedro
Durante la misma tarde del lunes, se dio a conocer lo que nadie quería escuchar. Resulta que personal de rescate de la Armada logró dar con el cuerpo de uno de los tripulantes, pero ya sin vida. Se trataba del mayor de la embarcación, el de más experiencia y quien también era muy conocido en Los Vilos, don Pedro Riquelme.
Ya superaba los 60 años y había sido hombre de mar toda su vida. No era vileño de nacimiento, pero su corazón estaba acá, donde vivía parte de su familia. Precisamente esa fue la razón por la que llegó hace algunos años y se instaló hasta el final de sus días con su mujer y sus tres hijas, quienes lo lloran junto a todos los pescadores de la zona, quienes son una verdadera familia en la que don Pedro ya se había convertido en uno de los patriarcas, tanto por su experiencia en el mar, como por su actitud amable y respetuosa cuando desembarcaba.
«Perdimos la
esperanza»
Pero la desolación no sólo es para la familia de don Pedro, ya que Cristian Rojas, pescador que hasta ahora oficialmente sigue en calidad de desaparecido, tendría nulas esperanzas de haber sobrevivido. Aquello lo cuenta su prima hermana, Ema Valdivia, quien además relata que todos están desechos ante semejante tragedia.
«A nosotros ya nos dijeron desde la Armada que era prácticamente imposible que Cristian apareciera con vida, esto se lo dijeron a su madre también, entonces ya no hay nada de ilusión en que volvamos a verlo con vida. Estamos rezando y le pedimos a toda la gente que rece para que logren encontrar sus restos y poder despedirlo como corresponde», remarca Ema, quien en ese mismo momento rompe en llanto y detiene su relato por unos segundos.
Y es que era muy cercana a Cristian, quien sí era oriundo de Los Vilos y se dedicaba a la pesca desde muy pequeño, ya que en la familia existía esa tradición. Actualmente vivía con su madre, de quien siempre fue el regalón, y claro, lo acogió luego que el pescador terminara la relación con su esposa, con al cual tenía una hija. «Esa niña era todo para él. Era un muy buen padre, la veía siempre y estaba en un muy buen momento de su vida. Tenía trabajo, amigos en la caleta, una familia que lo ama, y además una nueva pareja. Estaba pleno, por eso da tanta pena lo que ocurrió y que nos digan que ya no existen opciones de que esté vivo. Eso nos destroza», remarca la familiar.
Sigue la búsqueda
Según Ema, incluso sus compañeros están en conocimiento de la información de la Armada respecto de la eventual muerte, pero aun así no cesan en sus fuerzas por encontrarlo.
«Han llegado compañeros de todos lados, de todas las caletas, a buscarlo, y no se van a ir hasta que den con él, eso es algo que tienen muy arraigado los pescadores, nunca dejar que uno de los suyos quede para siempre en las profundidades, sino lograr entregarlo a su familia», relata la prima hermana de Cristian Rojas, cuya búsqueda continúa hoy por parte de la Armada y las demás fuerzas que se han sumado para dar con el hombre que encontró la muerte en el lugar donde pasó toda su vida: el mar.