Con menos integrantes, pero más fuerza que nunca, los ex comerciantes ambulantes de La Serena que salieron de la calle, han retornado al recinto que les entregó el hoy suspendido edil Roberto Jacob. De los más de 80 socios originales, sólo quedan 25, pero están esperanzados en que poco a poco la gente comenzará a concurrir más al recinto, dándole vida, para que así los vendedores puedan continuar allí.
Corta pero caótica, ha sido la historia del Mercado Municipal de La Serena, lugar destinado por la casa edilicia durante la administración del suspendido alcalde Roberto Jacob para que los comerciantes ambulantes dejaran las calles céntricas y se pudieran establecer con todas las de la ley.
Al principio, todo bien. Se estaba poniendo fin a un problema de años en la capital regional, que afectaba tanto el orden de la ciudad como también a la seguridad.
Hubo abrazos entre autoridades y comerciantes, y se esperaba que comenzara un trabajo en conjunto para potenciar y vitalizar el entorno donde se instalaron los ex ambulantes, en calle Zorrilla, subiendo La Recova.
Pero lo que debía ser la solución al conflicto definitivo, terminó siendo sólo una tregua, ya que pasó poco tiempo para que los conflictos volvieran a surgir. Claro, para los vendedores no resultó rentable el estar en el lugar, ya que, acusaron más tarde, la gente no iba debido a la inseguridad y a lo apartado que se encontraban del centro neurálgico del comercio, situación muy diferente a la que vivían cuando eran ambulantes.
Estalla la crisis
El escenario cambió drásticamente cuando los locatarios del Mercado, además, acusaron que el municipio no estaba cumpliendo con lo pactado en términos de publicidad permanente para el nuevo recinto, además de hacerlos participar en los distintos eventos públicos para incentivar a la gente a que fuese a comprar allí.
A los más de 80 vendedores que se les dio un cupo en el mercado, tampoco les agradó la idea de tener que pagar el arriendo mes a mes, sin tener los niveles de venta que se esperaban y que mantenían cuando estaban en la ilegalidad.
Retorno a las calles
Frente a esta situación, el mercado comenzó a verse cada vez más vacío, y al mismo tiempo se podía apreciar cómo el comercio ambulante retornaba a las calles de La Serena en distintos puntos, hasta que se instalaron en masa en las inmediaciones de La Recova, tomándose el lugar sin tener ningún tipo de permiso.
Alertadas, las autoridades intentaron infructuosamente convencer a los ilegales para que retornaran al mercado, y se realizaron una serie de reuniones de las que no salió humo blanco, por lo que tanto municipio como Gobierno tuvieron que intervenir, cerrando el perímetro y así dejando a los comerciantes sin la posibilidad de ingresar.
Los ambulantes protestaron, pero el edil Roberto Jacob era categórico en señalar que mientras él estuviese al mando de la casa edilicia, no retornarían a las calles, por lo que su única posibilidad era irse una vez más al mercado. Algunos sí tomaron la opción, mientras que otros decidieron seguir en la ilegalidad.
Durante meses los puestos del mercado y el recinto en su conjunto estuvo vacío, ya que prácticamente no existían ventas, según decían los comerciantes, que en ese momento decidían qué hacer.
Si bien en menor medida y de manera más dispersa, los comerciantes ambulantes, muchos que pertenecieron al mercado, se encuentran en las calles, ferias libres o ferias de las pulgas, donde no pagan arriendo ni contribuciones, pero tampoco están tranquilos, ya que en cualquier momento pueden ser controlados y sancionados.
Incluso Diario La Región dio a conocer que algunos volvieron a La Recova, pero cerca del sector de los estacionamientos.
Resurgir
Así las cosas, los vendedores que se habían organizado, perdieron forma, ya que la mayoría se alejó del mercado. Sin embargo, hoy experimentan un resurgir al alero de una nueva directiva, con menos integrantes, pero con más fuerza, han renacido y desde hace un par de semanas están de vuelta con todo.
Y la fuerza que le están poniendo al trabajo, está dando sus frutos, ya que cuando fuimos al lugar, pudimos constatar en terreno que los clientes, poco a poco, en una señal alentadora, visitan el lugar, dando esperanza a los locatarios. Así lo consigna Enzo Herrera, nuevo administrador del Mercado Central. «Volvemos y pronto vamos a estar en nuestro mejor momento. Por lo mismo invitamos a la gente a que venga, porque están todos los locales abiertos, funcionado con los mejores productos y calidad», expresa, agregando que si bien ahora son sólo 25 socios y puestos en el mercado, y no los más de 80 que estuvieron en un inicio, «el espíritu está a full, porque están los que tienen que estar. Los demás se fueron y no quisieron continuar, dejaron la inversión. Quiero dejar claro esto, el mercado se compone de 24 socios, no más», clarifica.
Respecto al comercio ambulante que ha retornado a las calles, Herrera se desmarca, ya que si bien pueden ser ex integrantes que estuvieron en el recinto, la decisión de quedarse o volver a la ilegalidad, fue personal.
Brayan, locatario ecuatoriano del recinto, afirma que apostó por el mercado para estar más tranquilo y porque cree que van a tirar para arriba. «Estamos trabajando para que esto funcione, las ventas están buenas a veces y otras están malas. Por mi parte, estoy más seguro acá en el recinto. Hay que tener fe y trabajar nomás», aseguró.