La directiva de Lincosur enfatizó que su prioridad es la seguridad de los pasajeros, y atribuyen los conflictos a problemas en la vía, esbozando que los nuevos buses eléctricos no serían adecuados para las dimensiones de las calles.
En la edición del domingo, Diario La Región abordó algunas denuncias que dieron a conocer conductores de los buses rojos, los que tienen electromovilidad. Según testimonios, se sugiere que existe una disputa por los pasajeros, con críticas dirigidas hacia los conductores de las micros tradicionales de las empresas de la zona, quienes estarían adoptando comportamientos agresivos debido a la percepción de que su trabajo pudiera verse comprometido al tener una competencia con sueldo fijo.
Por eso catalogaban este primer mes de puesta en marcha como una competencia desleal, y se decía que les tiraban la micro encima a los choferes eléctricos.
El presidente de la Asociación Gremial Lincosur, Mario Godoy, desmintió las acusaciones de violencia por parte de los choferes de las máquinas del gremio.
Dirigió las críticas a la validez de los estudios de infraestructura vial que se realizaron para la implementación de los nuevos buses, sugiriendo que no fueron adecuados.
«Nosotros como dirigentes, no permitimos que nuestros conductores anden peleando en la calle por un pasajero, siempre ha sido una prioridad el bienestar y la seguridad de los pasajeros (…) el tema se produce netamente en calle Cienfuegos, donde existen varios problemas, el principal es que se supone que es una vía exclusiva para el transporte, lo cual hasta el día de hoy no se cumple, porque no hacen el trabajo el Ministerio de Transportes, inspectores municipales y carabineros, ya que en todo horario hay vehículos particulares estacionados en plena vía», comentó.
Por otra parte, Mario Godoy atribuye los presuntos altercados entre los conductores a una mala planificación vial. Avisa que los nuevos buses no contarían con las dimensiones adecuadas para transitar por las calles de la conurbación, lo que ha generado algunos roces casuales entre las máquinas.
«Los nuevos buses son muy anchos para las vías de las calles, yo no sé si en realidad hicieron el estudio con la SECTRA, donde se ve la factibilidad técnica de las calles para pasar un vehículo de tales dimensiones (…) Por otra parte, nuestros conductores tienen inspectores incógnitos en las calles, además trabajamos con un GPS, con el que monitoreamos nuestras máquinas y contamos con puntos de control, todas estas medidas están diseñadas para brindarle el mejor servicio a nuestros usuarios», comentó Mario.
Por su parte el secretario de la empresa Lincosur, Jorge Miranda, se sumó a las palabras de Mario, agregando que «esta situación tiene que ver con la calle, antes tenía solera, ahora son parejas porque le pusieron baldosas e instalaron unos topes que dificulta que los conductores puedan detenerse con los espacios correspondientes y ahí es donde pueden haber existido roces (…) no me cabe la menor duda que algunos roces puedan haber ocurrido, pero se debe a esta problemática, la calle está colapsada, no sé que cómo se validaron, porque cuando Lincosur hizo el estudio de viabilidad, sólo había un 10% de margen y por eso logramos ingresar nosotros», comentó el secretario.
El secretario además añadió que este nuevo proyecto está afectando directamente el trabajo que ellos realizan, porque según menciona se ha generado una competencia desleal por parte de estos nuevos buses.