Investigación de dos estudiantes de Arquitectura de la Universidad Central, reveló una alarmante percepción de inseguridad, por cuanto la mayoría de las encuestadas reconoce haber sufrido acoso verbal y físico. Otro grupo culpa a la falta de iluminación, que aumenta la sensación de vulnerabilidad.
Caminar por Avenida de Aguirre, más que hacerlo y disfrutar del paisaje y de las esculturas que la rodean, hace mucho tiempo que se ha vuelto una pesadilla, especialmente para mujeres, cuando el sol comienza a esconderse.
De las 19 horas en adelante, pasear por ese sector y alrededores se ha convertido en un desafío, cuentan Nathaly Contreras Bravo y Amira Corio Ayala, estudiantes de Arquitectura y en proceso de titulación de la Universidad Central, que el año pasado realizaron una investigación que reveló una alarmante percepción de inseguridad en mujeres que transitan a diario por la avenida de la capital regional.
La investigación, titulada «Mapeo de trayectos: vivencias y percepciones de miedo e inseguridad», fue guiada por la académica Olivia Fox, y centró su análisis en los factores que influyen en la experiencia de inseguridad de las mujeres que transitan por este sector.
«Nuestra investigación nace con la idea de aportar al espacio público, por los muchos casos de violencia y de acoso que hay en las calles, sobre todo en Avenida Francisco Aguirre y alrededores», reconoce Amira.
250 mujeres
Los resultados de la encuesta realizada a diversas mujeres de la ciudad revelaron cifras alarmantes, ya que el 85% de las participantes aseguró haber sido víctima de acoso verbal y/o físico, mientras que el 95% destacó la falta de iluminación como un factor significativo que aumenta la sensación de vulnerabilidad.
«Nos dimos cuenta por los testimonios, tanto de apoderadas y trabajadoras de la universidad, e investigando en nuestra área supimos que había muchos temas de diseño urbano que generaban espacios para que justamente existieran actos de violencia. Por ejemplo: los puntos de fuga, la falta de iluminación, las calles rotas, y todo esto se relacionaba mucho a lo que estaba pasando».
Respondieron cerca de 250 mujeres y la mayoría acusa falta de iluminación, «así que es un llamado de atención, porque está súper abandonado ese lugar. La idea es que se difundiera y no sé si materializar algo nosotros como arquitectos, pero sí llegar a las autoridades y de alguna forma lo hicimos, así que igual se logró la difusión», agrega.
Ambas destacaron la importancia de abordar este problema de manera urgente, tanto a nivel local como comunitario. «La seguridad no es solo una cuestión de cifras. Las experiencias de inseguridad y miedo son reales y afectan especialmente a ciertos grupos, como las mujeres».
Junto a carabineros
Nathaly Contreras reconoce que la idea parte por el electivo de arquitectura con respectiva de género, en que se tomaban en cuenta ciertas consideraciones respecto a hacer una ciudad inclusiva.
«Con la profesora planteamos esta problemática que sucedía en Francisco de Aguirre, que era una zona peligrosa, en que había situaciones o casos en las cuales había acoso, maltrato, así que se presentó y nos pusimos a trabajar en base a cinco sectores, que al principio era desde INACAP hasta Ruta 5».
De ahí desarrollaron marchas exploratorias no invasivas, en las cuales comenzaron a sacar fotografías de cómo estaban estos sectores abandonados, conocer el flujo de personas y la poca iluminación, «y eso fue condicionante para realizar una encuesta, que al principio fue diseñada para mujeres académicas y estudiantes de la universidad, aunque igual estaba abierto para otras personas que tuvieron problemas y quisieran participar».
De esta manera fue presentado a diversas autoridades, además de entregar la información a Carabineros, quienes tomaron nota respecto a las evidencias que se dijeron y de los casos que al final no llegan a denuncia
Tanto Nathaly y Amira no solo buscan sensibilizar a las autoridades sobre la necesidad de mejorar las condiciones de seguridad en el entorno urbano, sino también promover una mayor conciencia en la comunidad en cuanto a la importancia de generar espacios públicos más seguros e inclusivos.