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El coordinador regional de seguridad pública, quien participó en el operativo del Plan Verano Seguro, da su versión ante la polémica por multa que el administrador del local acusa como falsa
por Juan I. Herrera Carreño
El Plan Verano Seguro ha sido uno de los pilares para la temporada estival en la región de Coquimbo, el cual ha logrado resultados positivos y buena aceptación por parte de los turistas. En el marco del mismo, se han llevado a cabo diversos procedimientos de fiscalización en los últimos meses, entre los cuales se destaca uno de los últimos, donde se incluyó el Teatro Centenario de La Serena.
En concreto, la problemática que existe en torno al teatro sumó un nuevo antecedente que, desde la administración del recinto, ha sumado a su postura sobre un supuesto trabajo por dejar por los suelos el proyecto cultural.
Para esclarecer algunos detalles del Plan Verano Seguro y la fiscalización antes mencionada, Abel Lizama, Coordinador Regional de Seguridad Pública, compartió algunos antecedentes.
Un procedimiento más
Como parte del Plan Seguro, Lizama explica que se trata de un trabajo coordinado que incluye a diferentes instituciones vinculadas al control y la fiscalización, a fin de cumplir la planificación de la delegación presidencial regional.
Con dicho contexto, asegura que el día que ingresaron al teatro responde a un procedimiento que dista mucho de tener dicha fiscalización como punto principal. «Había delitos que estaban en alza y había unas incivilidades que había que detectar. Dentro de esas incivilidades estaba el tema de las barberías, el tema de los locales nocturnos por la cantidad de extranjeros que estaban, que algunos eran de manera irregular, y el antecedente que llegó a última hora, que lo manejaba el municipio, que había venta de alcohol en el Teatro Centenario».
De esa manera, terminadas las fiscalizaciones iniciales, pasaron finalmente al teatro, en un proceso que asegura que se realizó con respeto, entendiendo que la perspectiva entre el fiscalizador y el fiscalizado tiene distintas miradas.
Aun así, se refiere a la gravedad que dio el administrador en un video difundido en redes sociales sobre la presencia de armas, a lo que esgrime la normalidad de aquello para la policía. «Los carabineros andan armados y yo sé que a nadie le gusta ver un arma, y en el fondo cree que es violentarlo». A lo que suma que «es un lugar público, abierto, por lo tanto, tampoco se requiere una orden previa, como él también lo señalaba».
La controversia surge respecto al alcohol, motivo por el que se fiscalizó el lugar y la que generó una multa. «Si me preguntan a mí, no había ni consumo ni venta, o sea, estaban las botellas en un lugar determinado, había dos botellas de champán, creo que se habían encontrado, eso lo puedo decir con claridad, vi el momento en que retiraron las dos botellas».
Y es que Sebastián Bravo, administrador de Teatro Centenario, hace un par de días acusó que se cursaron infracciones falsas, frente a lo cual Lizama expone que «quienes tomaron el procedimiento fueron los inspectores municipales y si hablan de falsedad en el fondo, ahí es un tema más grave. Yo doy fe de lo que yo vi en ese momento, y si hay falsedad, en el fondo tendrá que usar o realizar las acciones que él estime pertinente en la Fiscalía o en otro tribunal, pero en el fondo es el procedimiento».