
Junto con asegurar que las firmas para el plan «Salvemos al Teatro» no tienen mayor fin que evidenciar el apoyo popular, expone que la incertidumbre por el conflicto y el cierre situacional del restaurante Patio Centenario no ha pasado desapercibido.
La disputa que ronda al Teatro Centenario de La Serena ha dado mucho que hablar; por un lado, esgrimen la protección del arte local y uno de los espacios más icónicos para su promoción y, por el otro, el cumplimiento del acuerdo de pago de arriendo, lo que ha polarizado incluso a la opinión pública.
Luego de la fiscalización al recinto que reavivó la polémica tras la viralización de un registro audiovisual del procedimiento y la multa cursada que fue blanco de críticas por parte del administrador del teatro, se ha generado una extraña tranquilidad en el ambiente, con presentaciones artísticas que se siguen anunciando y realizando.
Al menos así se ve desde afuera, pero para Sebastián Bravo, la preocupación no ha cesado, e incluso advierte que las afectaciones derivadas del conflicto con Alta Cruz SpA se han vuelto cada vez más evidentes.
«Claramente, nos hemos visto económicamente perjudicados porque llevamos cerca de dos semanas con el restaurante cerrado, hay mucho temor de artistas de agendar acá debido a la incertidumbre, entonces esto nos ha generado una pérdida económica incalculable», expone.
Si bien, asegura que los artistas en sí han mostrado su apoyo a la administración del recinto, asegura que, desde los representantes de los mismos, surge el especial cuidado con agendar en fechas muy alejadas, «porque claramente hay una situación de incertidumbre en este momento».
Apoyo popular
En respuesta, tanto en redes sociales como en el frontis del Teatro Centenario, se ha hecho presente un llamado a «Salvemos al Teatro», por medio de una junta de firmas que, según Sebastián, sirve para concientizar el apoyo que existe a la gestión y al proyecto que él lidera.
«Estamos en 6.793 firmas, llevamos cerca de 8 días con la campaña, o sea que ha sido superexitosa», comenta frente a la meta de 7.500 que figura en la web utilizada, a lo que agrega que esta cantidad es dispuesta por la página y que al llegar a ella solo se ampliaría a una nueva «meta».
Y es que la reunión de las firmas solo tendría un fundamento simbólico, que se habría configurado tras el allanamiento realizado por carabineros e inspectores municipales al recinto. «Siendo bien honesto, fue una decisión de emergencia al vernos desamparados, sin el apoyo de autoridades, totalmente indefensos».
«Hemos recibido mucho y eso nos da energía, en momentos en que te sientes solo, donde las autoridades que tienen que apoyarte no te apoyan, te niegan los permisos para operar, te allanan y el refugio fue justamente nuestro público, nuestro usuario, la comunidad en general».
A su vez, algunos miembros de la comunidad recibieron un correo donde el administrador pedía un apoyo monetario, hecho sobre el que transparenta que «En ese mismo estado de emergencia redacté el mail apurado y lo mando, no lo pensé mucho, pero de todas maneras nadie ha depositado a esa cuenta, así que no tuvo mucho impacto eso», aludiendo al perjuicio económico que les ha significado la polémica.
¿Qué pasó con la multa?
En cuanto a la sanción por venta de alcohol que cursaron los inspectores municipales tras fiscalizar el recinto y encontrar dos botellas de champán, Sebastián, firme en su postura, comentó que este martes acudió a la audiencia correspondiente.
«Presentamos los descargos y, más que argumentos, teníamos la fuerza de la prueba, videos en alta definición, la ley que describe claramente cuáles son las facultades de carabineros y de los funcionarios municipales, así que tenemos mucha confianza en que esta multa va a ser descartada».