
Las regiones con una mayor cantidad de cable robado por delincuentes fueron Coquimbo (43.028 metros), Maule (34.696 metros), Tarapacá (29.889 metros), Antofagasta (29.012 metros); Atacama (18.706 metros), Metropolitana (16.991 metros), Araucanía (16.406 metros) y Biobío (14.404 metros).
El delito de robo de cables sigue siendo uno de los principales problemas que afectan a las instalaciones y clientes de CGE, compañía que presta servicio a más de 3,2 millones de clientes, entre las regiones de Arica y Parinacota y La Araucanía.
A nivel nacional, la empresa GCE informó que fueron 225 kilómetros en 774 acciones de robo entre enero y diciembre del año pasado, los que afectaron gravemente la calidad y continuidad del servicio eléctrico a 272.466 clientes a lo largo de toda la zona de concesión.
Lo anterior provocó daños en instalaciones de distribución y transmisión, con el consiguiente daño o destrucción de postes, transformadores, cables y otra infraestructura clave para suministrar el servicio eléctrico.
A modo de graficar el daño, la cantidad de cable robado a nivel nacional cubriría la distancia entre Santiago y Los Vilos o casi el trayecto completo de Santiago a Talca.