Familias de La Serena se unieron a las protestas en contra del timerosal presente en las vacunas, compuesto que contiene mercurio, y que a juicio de algunos especialistas, sería dañino para los menores que son vacunados en sus primeros años de vida, generando algunos trastornos.
Maritza Luna
A días que sea votada en el Senado la ley que prohíbe el uso de timerosal, es decir que restringiría la presencia de trazas de mercurio en las vacunas que les inyecta a los niños desde el primer mes de vida; desde el Ministerio de Salud (Minsal) indicaron que tales temores son infundados y hay respaldo de diversas instituciones internacionales y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para seguir con el plan de vacunación tal como está aprobado.
Esta situación causó el repudio de familiares de niños autistas que rechazan este polémico compuesto en las vacunas, asegurando que es el causante del autismo y daños neurológicos. Por ello, decidieron salir a la calle a manifestarse.
Solange González, madre de un pequeño con autismo, señaló que la manifestación es «una muestra de repudio a la errática (por decir lo menos) actitud que ha presentado el ministro de Salud, Jaime Mañalich, frente a la posible aprobación de la Ley Anti Timerosal que elimina por completo las trazas de mercurio contenida en las vacunas que todos (o casi todos, porque hace 20 años existen las vacunas libres de mercurio en Clínicas como Las Condes, Clínica Alemana, Clínica Indisa, entre otras) los niños de Chile deben colocarse desde el primer mes de vida».
Agregó que «resulta que el día 14 de agosto, 19 médicos han firmado una carta en la cual tratan de echar abajo todos los estudios científicos que avalan el daño irreversible que tiene el mercurio en nuestro organismo. Estos médicos presentan argumentos de tan bajo peso y realidad como que el mercurio sale en pocos días del organismo humano, y como no olvidar esta otra frase para el bronce en la cual uno de los firmantes afirma que ‘existe un mercurio bueno y un mercurio malo’, puras falacias».
González señaló que esta arremetida corresponde a que al gobierno no le conviene «cancelar vacunas sin timerosal que con timerosal». Asimismo, señaló que esto no afecta a todos los niños, porque no todos eliminan de la misma forma las toxinas, «entonces, por qué tenemos que correr ese riesgo, de pensar que si vacunamos a nuestros hijos puede que le pase o no. Todos tenemos derecho a tener vacunas seguras».
La misma manifestante señaló que a su hijo Franco «lo vacunamos, le puse las vacunas de los dos, cuatro, y a los seis meses empezó a tener cambios, retrocedió, dejó de hablar. A la vacuna del año, dejó de caminar, dejó de hablar, se aisló, dejó de sociabilizar, de jugar, dejó de decir mamá (…) le hicimos estudios en Estados Unidos, y tiene una cantidad enorme en su sangre de mercurio, arsénico, plomo, de cesio, y eso es lo que quiero que el ministro me responda, de dónde mi hijo sacó todo ese mercurio».