Una verdadera ciudad ya puede apreciarse al interior del recinto de la Pampilla de Coquimbo, en el preámbulo de lo que será el festejo en su interior en estas Fiestas Patrias 2013, debido a que ramadas, fondas, chicherías, locales y parques de entretenciones y de venta de productos de todos los tipos, ya iniciaron o están en la etapa final de su proceso de instalación.
A su vez personal del municipio local, ya ubicó los contenedores para sus oficinas administrativas a la entrada del complejo que también sera remozado y adornado mientas que las dependencias de Carabineros ya están en su posición habitual frente a la explanada del escenario.
Otra de las tareas que los funcionarios municipales estaban concluyendo, era la demarcación de puestos comerciales en las calles Copihue Rojo , Copihue Blanco y Del Estribo.
Además de esas obras el personal municipal sigue con la instalación de las últimas conexiones de agua potable y alcantarillado para locales de venta de comida ubicando de paso los empalmes eléctricos respectivos.
En la ladera sur del recinto, hasta ayer en la mañana, eran contadas con los dedos de las manos las carpas instaladas, aunque los campistas ya tienen demarcados su sitios desde el mes de agosto, por lo que en dicho sector ya no «cabe un alfiler».
Aparentemente los campistas, por sus obligaciones laborales, llegarán en los días cercanos al fin de semana en que sin duda las laderas norte y sur, presentaran el típico espectáculo de carpas armadas de todos los colores y formas.
Comerciantes cautos con los precios
Con clavos y martillos, la familia Guerra Galdames, proveniente de Los Andes, está levantado su chichería ¨El Pobre Juan», en un terreno de la zona de comercio de 8 metros de ancho por 17 de largo, en que todos los integrantes del clan participan con entusiasmo en el negocio, ya que venir a La Pampilla es una tradición para ellos de acuerdo a su «arquitecto» Franco Guerra.
« Como familia Guerra Galdames, hace como 10 años que venimos a esta fiesta, siempre trayendo la mejor chicha exclusiva Los Andes, somos 12 familiares de todas las edades y todos cooperamos para instalarnos para atender a los coquimbanos y los turistas con un producto de calidad».
En cuanto a la cantidad del «mosto» que ofertarán, Guerra, mostró cautela, ya que están estudiando cuantas pipas van a traer para no tener pérdidas, añadiendo que el valor de la botella para el público sera evaluado una vez que analicen sus costos internos, «lo que tendremos a la venta en cantidad lo estamos estudiando, no quiero adelantar nada aún y también tenemos que ver el precio de la botella, pero si el año pasado estaba como a 1.500 pesos creo que podría estar por ahí o un poquito mas que eso».
El coquimbano radicado en Iquique Remigio Vásquez, en la jornada de ayer estaba concluyendo la estructura de soporte de su puesto de entretención de «sorpresa» que permiten acceder a interesantes premios para «el regalón».
«Con este puesto el año pasado nos fue muy bien porque con mis sorpresas a 100 pesos, la gente puede llevarse grandes premios como juegos de video y televisores blanco y negro que pueden instalarse en vehículos o llevarlos a camping y tenemos otras premios muy interesantes porque acá todas las sorpresas traen premio no como otros», (risas).
Por otra parte Vásquez, criticó el alza del valor del terreno estipulado en este año por el municipio porteño «pienso que subió mucho, yo el año pasado por dos puestos pague como 580 mil pesos, ahora cada puesto salió como 420 mil pesos y lo otro que encuentro excesivo es lo que cobra Impuestos Internos, porque para entretenciones no pueden cobrar el 30 por ciento del valor del puesto como ahora».