En la última entrevista concedida a este corresponsal en julio pasado, contó acerca de sus orígenes y su exitosa trayectoria en el ámbito pisquero y agrícola, además de su incursión en política: «Mi padre y mi abuelo, Alberto Aguirre Taborga y Antonio Aguirre, respectivamente, fueron agricultores pioneros en cultivos de vides pisqueras, incluso mi padre fue socio fundador de la ex Cooperativa Control Pisquero S. A.
Su padre compró el Fundo San Juan, en 1921 y se convirtió en viñatero. Desde niño aprendió las labores del campo y cuando egresó de Humanidades en el Liceo de Hombres de La Serena, comenzó a ayudar a su padre hasta el año 1963 cuando le compró el fundo, tres años antes que falleciera en 1966.
Se hizo socio de Control Pisquero, donde fue 32 años consejero y socio titular, llegando a ocupar los cargos de secretario y vicepresidente, hasta el año 1998 cuando decidió retirarse. Construyó una planta pisquera que demandó mucha inversión. Fue presidente de la Asociación Pisquera de Chile durante 16 años. Trabajó solo hasta el año 2010, vendiendo vino a Viña Canepa; desde 2002 arrienda el área de destilación a su hijo Alejandro Felipe, quien creó los piscos ABA y Fuego.
En la directiva del Canal Diaguitas-San Isidro, ejecutó varios proyectos, especialmente de entubamiento a fin de aminorar el porcentaje de pérdida de agua para lograr un ahorro del 42% en sus primeros 4.5 kilómetros; obras que aún continúan realizándose y se efectuarán a futuro porque hasta sus últimos días se preocupó de postular a nuevos proyectos de revestimiento del canal. «La visión del directorio en el año 2004, nos permite hoy mirar el futuro con cierta tranquilidad al poder recuperar esos litros por segundo que se perdían y hoy los coleros han aumentado su superficie cultivada, acompañado al hecho de traslado de derechos de otros canales a nuestro canal por la seguridad de riego que poseemos, más aún la absorción de un canal completo que se encontraba bajo la cota nuestra y que ahora usan por gravedad su riego tecnificado. La sequía se mira con mucho respeto, pero en la práctica ha sido una oportunidad para apurar el andar de la comunidad y comprender que el agua es un recurso finito y que necesita un trato especial por parte de los usuarios», expresó en esa oportunidad.
