Este joven universitario tiene 24 años y estudia Ingeniería Comercial en la Universidad de La Serena, se ha sentido atraído por la política, pero no de aquella partidista, sino de una enfocada en cambios transversales para la ciudadanía. Es por ello que actualmente es el coordinador regional de la candidatura del presidenciable independiente Franco Parisi, a quien conoció en una ponencia organizada por Semanario Tiempo en el 2012.
Miguel se considera apartidista, ateo, aunque estudió en un colegio católico, Seminario Conciliar en La Serena. Es hijo del gerente general de la Empresa Portuaria de Coquimbo, de igual nombre, y se siente orgulloso porque en su familia apoyan lo que está haciendo.
¿Cuál ha sido ti rol en esta campaña presidencial en la región?
«Este es un trabajo que llevamos haciendo hace más de un año. Nuestro trabajo es una campaña netamente ciudadana, parte de todos, de coordinar desde La Higuera hasta Los Vilos. Hay equipos comunales, mesas autónomas, equipos provinciales, desde el proceso de recolección de firmas hasta actividades de financiamiento, porque no somos financiados por ningún grupo económico ni partido político».
¿Cuántas personas están colaborando junto a ti?
«En la región trabajamos no en una orgánica con órdenes de partido, al no ser un partido político nos da mucha más flexibilidad. Esa es la idea, la transversalidad que tenemos que convoca a mucha gente de diversos sectores, y se conforman también células autónomas. Somos un voluntariado, en La Serena y Coquimbo seremos alrededor de unos 150 activos, en Limarí y Choapa unos 200 más, por lo que somos más de 300 personas, es una campaña netamente ciudadana».
¿Por qué te interesó integrarte en este proyecto político?
«De partida yo no me veía representado por ninguno de los partidos existentes al igual que la mayoría de nuestros electores, había un desencanto con la política, parecía caricaturesco como se pelean para un lado u otro. Faltaba una candidatura de sentido común que rescatara las cosas que hay que hacer, y si leen nuestras propuestas son cosas hay que hacer para que Chile funcione bien, pero de entramparse en las coaliciones o las peleas eternas es un puro circo político».
Y antes de esto ¿hubo algún acercamiento?
«Me interesó mucho el movimiento estudiantil de los Pingüinos, ahí empecé yo cuando estaba en tercero medio, ahora tengo 24 años. Ahí me empecé a meter en marchas y a ver qué sucedía en el asunto, pero no me llamaba la atención porque el status quo que había era tan fuerte y tan incorrompible a simple vista que uno se vía desolado. En cambio ahora, emerge una figura como Franco Parisi capaz de enmarañar el poder económico del político y eso es lo que nos motiva mucho a levantarnos sin que nos paguen un peso».
Pero igual hay jóvenes que se integran a los partidos…
«Ese es el tema de los partidos políticos, que poco menos tienes que hacer carrera, desde dirigente juvenil o una militancia larga para que el jefe de partido te designe. Acá yo, estudiante de Ingeniería Comercial de la ULS… Franco me vio, a un joven capaz, y me dio la coordinación regional y la responsabilidad de coordinar la campaña. Franco es un tipo que da oportunidades, que cree en las personas».
¿Qué piensas de quienes califican a Parisi como alguien de Derecha?
«Creo que eso de derecha o izquierda… los romanos decían dividir para gobernar… para mí y para mucha gente son conceptos anacrónicos, son conceptos de la guerra fría. Todos queremos educación gratuita y de calidad, y yo también quiero que la ULS sea gratis, ¿eso es de derecha o izquierda?».
¿Pero hay gente que aún hace la diferencia entre izquierda o derecha, sobre todo en los valores?
«Ahí viene de nuevo este concepto de complejidad que nosotros vemos en nuestros voluntarios, nuestros votantes, nuestros adherentes. Yo por ejemplo soy ateo, así tenemos gente evangélica, trabajando por nosotros, gente de diversas opiniones (…) en el tema valórico podemos desglosarlo por puntos. Nosotros estamos a favor del aborto terapéutico, estamos a favor de la despenalización de la marihuana, en el tema de matrimonio homosexual diferimos en el término semántico de la palabra, que sea un contrato civil con los mismos derechos de un matrimonio».
