Representando a 20 organizaciones, cerca de tres mil empleados fiscales marcharon por las calles céntricas de Coquimbo, corolario del paro nacional de 48 horas, que comenzó el jueves, de advertencia al gobierno, en demanda de mejoras en sus condiciones laborales y de un reajuste salarial del 8,8 por ciento.
La jornada de protesta convocada por la mesa central del sector público, comenzó en calle José Santiago Aldunate, hasta llegar a la Plaza de Armas, para luego tomar calle Juan Melgarejo, regresando a la misma Aldunate en que dirigentes tomaron la palabra desde un improvisado escenario sobre la estructura del Empalme.
El coordinador regional de la mesa, Ramón Barrientos, comunicó a la concurrencia que agitaba pancartas y banderas la situación las negociaciones con el gobierno, al que calificó como «intransigente» para resolver su petitorio.
«Todos sabemos y lo hemos dicho hasta la saciedad que técnicamente las negociaciones aún no comienzan, porque el gobierno se ha negado insistentemente e irrespetuosamente a sentarse en la mesa con los trabajadores para conversar respecto a mejoras a nuestros salarios y respecto a nuestra estabilidad laboral».
En ese punto, el dirigente recordó el alto número de funcionarios de reparticiones públicas que han sido cesados bajo el mandato del actual Presidente, reafirmando su postura crítica hacia su gestión. «Quiero referirme a nuestra estabilidad laboral, porque no debemos olvidar que durante el periodo del Presidente Piñera, casi 10 mil trabajadores han sido exonerados del sector público, por lo que nuestra negociación busca llevar tranquilidad a nuestros hogares porque no solo buscamos logros económicos con nuestro movimiento».
Barrientos reafirmó sus dichos con las estadísticas de la Dirección de Presupuesto, que indica que más del 10 por ciento de los empleados del sector están en régimen de honorarios y que el 37 por ciento de los trabajadores sí son de planta, mientras que el 60 por ciento son contratados.
«Las estadísticas que conocemos por el mismo gobierno significan que una minoría del sector público tiene estabilidad laboral, por lo tanto esa minoría es la que cumple con los requisitos de trabajo decente que define la Organización Internacional del Trabajo, OIT, para tener un trabajo digno, estable, con participación y con una remuneración adecuada por lo que Chile incumple en la actualidad los tratados internacionales».
Llamado a votar «en conciencia»
El presidente del comunal Coquimbo del Colegio de Profesores, Tomás Alvarado, coincidió con Barrientos que llamó a su sector a emitir un voto en la elección presidencial, parlamentaria y de consejeros regionales de este domingo a favor de los candidatos que realmente promueven cambios a favor de mejorar las condiciones del empleado fiscal.
«Debemos ver qué candidato nos dé mayor confianza y que signifique más que nada el respeto a los trabajadores y estamos a horas de decirle al mundo a todos aquellos que pensamos en un democracia efectiva, que el voto de los chilenos en cada urna va a ir directamente para elegir a quien realmente tenga la honradez, transparencia y representación de cada uno de nosotros en las cámaras del Congreso en la presidencia y el consejo regional».
Alvarado también pidió unidad a su sector para seguir en las tratativas con su contraparte para lograr un acuerdo y ver cumplidas sus demandas.
«El Colegio de Profesores junto a los asistentes de la educación y los demás empleados públicos estamos pensando al unísono que el movimiento sindical es la única tónica que puede permitir los cambios estructurales que necesitamos, por eso este mensaje va a todos ustedes para que lo lleven a sus hogares y digan que estamos en una democracia disfrazada por los resabios de la dictadura, pero así y todo vamos a vencer».
Clara Olivares, presidenta regional de la Asociación Nacional de Empleados Fiscales, ANEF, señaló a diario LA REGIÓN los detalles de su pliego de peticiones al gobierno que va más allá de la solicitud de aumento de remuneraciones.
«Esta marcha tiene que ver con un aviso al gobierno que no vamos a seguir permitiendo la falta de respeto a nosotros y a los acuerdos ya firmados.