Fue una de las noticias menos esperadas en su larga vida laboral. El 20 de febrero lo llamaron a una reunión en la Gerencia en Valparaíso. Un breve preámbulo se la hicieron saber: le pedimos su renuncia.
Quienes conocen a Ricardo Lalanne se imaginarán el momento. Recibió la noticia con la misma sonrisa de siempre, de manera amable y lo primero que dijo (habría dicho) es que «lo agradezco»… «Sí, fue un encuentro agradable, después de todo».
Es que este viñamarino Constructor Civil e Ingeniero Constructor, casado con Myriam, profesora de Matemáticas y Física, padres de dos hijos profesionales, siempre ha apostado por ser positivo y agradecido en la vida.
Dejó de ser Gerente el 28 de febrero, entregando el cargo al Ingeniero Civil, Andrés Nazer, también de carrera en la sanitaria Esval.
Y como es también característico en él, apenas hizo abandono del cargo, comenzó una ronda de despedidas y de agradecimientos. Desde luego primero fue con sus colaboradores para quienes no se cansa en felicitar por el espíritu de equipo y lealtad a la empresa, lo que permitió posicionarla en los primeros lugares del ranking nacional de sanitarias. Luego vinieron autoridades y medios de comunicación. Con diario LA REGIÓN fue una conversación en torno a un café, ya sin corbata y temas libres.
Lo primero que señala es agradecer a la empresa y a cada uno de los 170 trabajadores.
«No sé qué voy a hacer, por el momento reitero, me voy agradecido de esta empresa y sobre todo de los trabajadores. Nos quedaremos en la zona con mi esposa, seguramente algún tiempo sabático nos daremos y luego ya veremos… La empresa me ha dicho que me quede por acá porque al parecer habría una despedida formal…
Ricardo es hijo de padre y madre vinculado a la Armada. De ahí, cree, viene esto de ser muy formal y de principios sólidos.
«Hicimos un buen trabajo. Lo indican los resultados. Posicionamos a la empresa en todo nivel, desarrollamos canales de comunicaciones bidireccionales con autoridades y nuestros públicos… Siempre fui y di explicaciones cuando hubo algún evento al que estamos expuestos…».
De los 36 años trabajando en sanitarias, 26 estuvo en Esval, donde ingresó en cargos administrativos hasta llegar a ser jefe de personal y finalmente Subgerente Zonal en Quillota. De la empresa estatal pasó a la privada con Consorcio (seguros y otros) y ahora último con el consocio canadiense O.T.P.P.
«Estos cambios son naturales, las empresas avanzan, diez años de Gerente no son pocos en una empresa con alrededor de 205 mil clientes en una extensión que abarca desde Illapel y Salamanca por el sur hasta La Serena y Vicuña por el norte. Son trece de las quince comunas las que atiende Aguas del Valle».
Su gestión además tiene la impronta de haber puesto énfasis en lo rural, aun con una sequía más feroz de los últimos cien años. Es así que localidades como Tambillos, Las Cardas y Nueva Vida entre las últimas obras, cuentan con agua potable.
El gerente de esta sanitaria debe velar por el buen funcionamiento de los APR en base al convenio con la DOH y como si fuera poco, en este caso, enfrentar un tema nuevo y de la máxima delicadeza como fue lo sucedido en Ovalle. «La clave es hacer todo de manera clara y transparente, de cara a la gente, a los medios de comunicación y a las autoridades».
Y al tocarle el tema de la transparencia en cuanto a contratos, recuerda que estas empresas tienen estrictos marcos regulatorios y de control, tanto por ley como internos y, desde luego, agrega, la comunidad y los medios de comunicación.
Aguas del Valle tiene sus laboratorios acreditados, ha desarrollado una mejora constante en sus procesos y se ha certificado en las Normas 12.000 (Calidad), 14.000 (Medio Ambiente) y 18.000 (Seguridad).
Y a la hora de mirar hacia adelante, su visión la pone en trabajar por asegurar el recurso agua para una población que crece rápidamente. «Tenemos que trabajar en proyectos de «agua artificial», como desalar y otras alternativas. Se nos viene la apertura del Paso Agua Negra y debemos estar preparados… Algunos de estos proyectos demoran cuatro a cinco años de maduración y otros tantos en ejecución, por eso ya es tiempo de considerarlos a un mediano plazo…
¿Y ahora qué?…
Mire, puedo contar que hace algunos días, después de dejar el cargo, he salido a cenar con mi familia y por primera vez en muchísimos años, lo he hecho sin el celular… Me lo han agradecido. Claro, comienzo a ver la vida de manera distinta y aunque no tuve una preparación específica previa para este momento, agradezco haber tenido una formación sólida que me permite ver con tranquilidad y optimismo el futuro. De hecho ya me han llegado señales, pero como dije antes, nos tomaremos un tiempo, el necesario, para nosotros, para mi esposa, para mi familia y los amigos.