La iglesia de Andacollo que dirige el padre Eduardo Huerta, ya tiene listo el programa con las actividades que se realizarán este año con motivo de la celebración de la Semana Santa. Todo comienza el 13 de abril con la celebración del Domingo de Ramos, donde los fieles pueden bendecir sus ramos de olivo a partir de las 11 de la mañana antes de la eucaristía.
El día viernes el Vía Crucis recorrerá las calles de Urmeneta, Ríos, Beltrán Amenábar hasta la Copec y luego se retomará Urmeneta hasta el Santuario. Al igual que en años anteriores, varias entidades organizacionales de la comuna realizarán representaciones mudas de los pasajes de la muerte de Jesús, que irán siendo comentadas por el grupo de liturgia.
Y el domingo 20 de abril se realizará la ceremonia de reencuentro entre el Cristo Resucitado y la Virgen María y se repartirán huevos de chocolate a los niños como símbolo de una vida nueva. Una celebración de los ritos de pascua del pueblo Judío que han sido asumidos por el mundo cristiano. La iglesia espera una visita de 3 mil peregrinos para esa semana.
Es sabido que en el mundo cristiano y sobre todo católico existen costumbres que cumplir en determinadas fiestas religiosas. En el caso de Semana Santa podemos mencionar que sin duda tiene mayor cumplimiento por parte de los fieles, no comer carne el Viernes Santo.
Para el párroco Eduardo Huerta, las costumbres y privaciones que se realizan son para estar en sintonía con lo que vivió Jesucristo.
«Son costumbres de la Iglesia Católica que aún se conservan, aunque han sido transformadas algunas de ellas. Por ejemplo aún tenemos la abstinencia de comer carne el día Viernes de Cuaresma y sobre todo el Viernes Santo como un respeto a la muerte del Señor. Y ese gesto puede ir acompañado de otras penitencias que tienen que ver con la sobriedad de la vida, algún sacrificio o algunas privaciones, para entrar en comunión con ese gran sacrificio del Señor».
La Semana Santa ya se avecina, al igual que los trabajos de restauración de la Iglesia Chica, es por eso que la iglesia ya construyó dos salones de la casa parroquial con anaqueles y repisas para poder guardar los objetos más preciados por los fieles.
La Virgen es el mayor tesoro de los andacollinos, por eso la Iglesia optó por guardarla en la Basílica Menor, para que así los peregrinos la puedan ver, pero resguardada en una vitrina de acrílico, para que la gente no la toque y pueda ser conservada de la mejor forma posible.