Recuperar un espacio y dejarlo a disposición de la comunidad, es uno de los objetivos que busca un grupo de jóvenes de la localidad de Cuncumén, para desarrollar un proyecto social. Se trata de un parque ecológico familiar que han denominado Murmullo de Agua, de unos 8.000 metros cuadrados y que se emplazará en la ribera de los ríos Cuncumén y Choapa, en el valle alto de la comuna de Salamanca.
Las obras se iniciaron con un encuentro de escultores, quienes por más de una semana trabajaron viejos troncos de nogal para convertirlos en bellas creaciones que decorarán el futuro parque. Mientras que los trabajos de limpieza, a cargo de una empresa local, considera la conservación de sauces y la plantación de especies nativas como algarrobos, álamos y quillayes.
Trabajo conjunto
«Esta idea nació acá y se comenzó a pedir apoyo a distintas empresas para lograr que esto se pudiera hacer y hubo bastante interés de Minera Los Pelambres, la Cooperativa de Desarrollo Sustentable, la misma gente que donó los troncos y las que pusieron el espacio para trabajar», comentó Alizon Figueroa, joven escultora egresada de la Escuela de Bellas Artes de Valparaíso, quien agregó que el proyecto «es una unión entre varias fuerzas que existen en la comunidad».
«Desde hace un tiempo la compañía está visualizando que las inversiones sociales iban preferentemente en temas de capacidades e infraestructura, y sentíamos que había un espacio que estaba quedando afuera que era el entorno y comenzamos a buscar la mejor forma de canalizar iniciativas asociadas al medio ambiente, y se cruzó con la idea de este grupo de jóvenes», indicó Rebeca Sanhueza, ejecutiva de Minera Los Pelambres.
Para Nicol Cortés, integrante del grupo juvenil, «es fundamental tener un lugar donde pueda encontrarse la familia, tener un espacio donde poder compartir y rescatar estos espacios. La verdad que queríamos cambiar la entrada de Cuncumén porque es la cara visible», enfatizó.