La Presidenta de República Michelle Bachelet llegó el lunes por la noche a la zona. Se hospedó en una suite en el hotel Enjoy.
Ayer comenzó su jornada muy temprano. En el segundo piso de la Intendencia le esperaba la jefa, Hanne Utreras, gobernadores y Secretarios Ministeriales.
Pero al llegar al edificio de calle Prat, tuvo su primera «salida de la fila». En un rápido giro se desvió a saludar a los funcionarios del primer piso, incluida la gente de aseo, que también rápidamente fueron apareciendo en medio de un ambiente de alegría y aplausos.
La Presidenta llegó de pantalones negros, chaqueta roja y un pañuelo al cuello. De adorno un collar de perlas blancas.
Coincidentemente, la Intendenta Hanne Utreras vestía de falda negra, chaqueta del mismo rojo, y un collar similar. Alguno de sus asesores se lo hicieron y ella, en un abrir y cerrar de ojos se cambió la chaqueta por una de color blanco.
«Lo que importa es que te sientas cómoda», le dijo S.E. cuando doña Hanne quiso disculparse.
Ya en el segundo piso, la Intendenta presentó a la Presidenta la agenda de obras y principales acciones en el Plan de Gobierno Regional para los próximos años. La mandataria se detuvo en lo referente a la sequía. Estuvieron acompañadas del Subsecretario de Desarrollo Regional, Ricardo Cifuentes.
A la reunión con la Presidenta la mayoría llegó muy fornal de traje oscuro.
Más adelante, ahora ya sin el pañuelo que cuidadosamente lo guardó en su cartera, la mandataria puso sobre la mesa escritorio su libreta de apuntes y lápiz en mano comenzó el encuentro de casi dos horas.
Repasó numerosos temas nacionales, pero más los regionales. Una frase dijo: «Aquí se nota que hay empuje, trabajan bien»… Entonces, la Intendenta cambió levemente de color… y algo le picó en la garganta.
Al término ese diálogo, hubo una sesión fotográfica para lo cual el equipo de logística de la Presidencia se había anticipado en armar un escenario en la terraza del segundo piso.
Posteriormente cuando abordaba el vehículo que la llevaría al aeropuerto para continuar a Combarbalá, le abordaron varias personas, unas veinte. Entre ellas, alguien especial de nombre «Georgina», quien insistentemente le pidió una foto. Lo mismo sucedió con otras señoras que dijeron ser dirigentes de Tierras Blancas «Gracias Presidenta por lo que hace por los más pobres», le gritaban. La sorpresa estuvo cuando después de haberles saludado a cada una y se aprestaba a abordar la van, se adelantó a la seguridad y en un segundo estuvo en la pisadera y apoyada con una mano sobre la puerta abierta, con la otra saludó a la gente y envió besitos…
Y algo más:
En los pasillos se escuchó cuando la jefa de Prensa de la Intendencia, Haydee Rojas, felicitó al Jefe de Prensa de la Intendencia, periodista Cristian Pizarro. «Es que te desenvuelves muy bien con todo el mundo, veo»…
Otro felicitado fue Orlando Castro, encargado de Protocolo en la Intendencia. Raya para la suma, fue un buen balance para quienes tuvieron directa relación en los preparativos y, principalmente, para los que han trabajado en estos casi dos meses echando a andar el Gobierno Regional que no ha estado exento de alguna crítica.
A todo esto, la caravana de periodistas con destino a Combarbalá salió poco después de las 07 horas. El regreso estaba programado para las 15, pero los imprevistos retrasaron el programa, llegando pasadas las 18 horas.
