Hondas muestras de pesar y dolor, causó en la comunidad coquimbana el repentino deceso, producto de un paro cardíaco, del querido radiocontrolador y locutor de Radio Riquelme, Luis «Luchito» Gómez Sepúlveda, acaecido a la edad de 51 años, cumplidos el 6 de enero pasado.
Falleció el día lunes a las 20:15 horas en el Hospital San Pablo, donde estaba internado desde el viernes tras padecer un preinfarto.
Era casado, sin hijos. Tenía problemas a la vista, pero eso no era impedimento para ejercer como radiocontrolador, armar sistemas de transmisión de los estadios o ser locutor y cantante popular.
Ayer, durante todo el día, los restos mortales del extinto hombre de radio fueron velados en la sede del club deportivo Vicuña, de calle Aníbal Pinto con Vicuña, del Barrio Inglés porteño, mientras que la misa fúnebre se realizará hoy a las 11:00 horas en la Parroquia San Luis de calle O´Higgins esquina Camilo Henríquez, templo desde el que el cortejo partirá al cementerio local para la sepultación.
Coquimbano de «tomo y lomo»
«Luchito» Gómez provenía de una familia de fuerte razón coquimbana, ya que sus padres ya fallecidos tenían domicilio en calle O´Higgins, del sector alto de la ciudad, en que formaron un hogar junto al resto de los hermanos del fallecido controlador.
En el seno de ese grupo familiar, Luis manifestó gran inclinación por la música, que llegó a ser su gran pasión, ya que desarrolló un talento para el canto, su otra gran pasión además de la radio, ya que debido a que padecía de una patología a la vista pudo desarrollar un sentido del oído privilegiado, además también fue acólito de la parroquia San Luis por varios años.
Ese talento lo llevó ya adulto a solicitar trabajo a Radio Riquelme durante la administración de la sociedad Michea-Ramírez-Salamanca, quedando contratado en 1994 como asistente de control y encargado de discoteca, puesto en que comenzó a aprender con el staff de la casa radial las técnicas necesarias para el manejo de los equipos para emitir la señal de la emisora.
Sus progresos lo llevaron a adquirir la experiencia necesaria para pasar a ser controlador oficial en la radio de frecuencia modulada Coquimbo Stereo que funcionó en los años 90 hasta inicios de la década del 2000, pero nuevamente regresó a Radio Riquelme, en que seguía laborando hasta la actualidad.
Por más de dos décadas, «Luchito» fue acompañado por su esposa que le sobrevive, Ana María Aros, con quien formó un hermoso matrimonio en que reinó el amor y el cariño, residiendo juntos en el sector Las Torres.