El gerente general de Aguas del Valle, Andrés Nazer, está con licencia médica ya que el día que comenzó la contingencia sufrió un accidente. En su reemplazo, el gerente de operaciones José Luis Arraño es quien dio la cara ante la prensa el día de ayer, en las mismas oficinas de la empresa en calle Colo-Colo.
Arraño es cauteloso al momento de autoevaluar la reacción ante la emergencia, señalando que es la autoridad y la Superintendencia quien debe hacerlo. Simplemente dicen que han hecho todo lo posible mediante los protocolos para este tipo de contingencias, lo cual se tradujo en el cierre de la planta de Las Rojas. “No podemos esperar que los clientes estén contentos con lo que está pasando, pero hemos hecho todo lo posible para mitigar el impacto y hemos dado la cara ante las autoridades y cada vez que se nos ha solicitado”.
¿Era predecible que la primera gran lluvia en esta cuenca pueda traer barro y basura y causar un bloqueo de la bocatoma?
La última vez que ocurrió una crecida de esta manera fue el año 1997, en que también pasó lo mismo, ya que La Serena, Coquimbo y Las Compañías quedaron sin agua. Hay que pensar que ahora un 75% de los clientes nunca tuvo problemas con el servicio (conectada a pozos profundos) y ese 25% es porque estaba conectado directamente a esa planta. Quizás ahora éstas son las ocasiones para modificar el plan de inversiones de la compañía y ver de qué manera enfrentamos estas contingencias.
¿Se puede reemplazar esa bocatoma superficial por pozos profundos?
Ahí tendemos que buscar los lugares de dónde poder extraer más agua subterránea. Nosotros hemos venido en los últimos tres años haciendo un nivel alto de inversión en pozos profundos y gracias a esa inversión en que hicimos los pozos profundos es que hoy tuvimos al 75% de los clientes con servicio.
¿Están en condiciones de asegurar que un evento similar generará otro corte similar al de ahora?
En general, las cosas de la naturaleza son difíciles de predecir. Pero a partir de lo que pasó nosotros como compañía tenemos que encontrar la manera de hacerlo cada vez mejor (…) pero si el río trae ese nivel de turbiedad necesariamente tendremos que cerrar la planta de Las Rojas.
¿Tuvieron para esta contingencia apoyo de otras empresas, mineras o pozos privados que hayan aportado al sistema?
Sí, a través de la minera Teck, nos entregaron una cantidad de litros adicionales desde los pozos de Alfalfares. Nosotros estamos desde hace varios años compartiendo suministro, pero son cantidades menores respecto de la necesidad total.
¿El estar sin servicio tres días implicará un descuento en la cuenta de los usuarios?
Eso lo determina la Superintendencia y nosotros sólo tendremos que acatar lo que ellos determinan.
Ayer comenzó a normalizarse suministro de agua
El subgerente de Aguas del Valle, Jorge Miranda, informó que la empresa reinició durante la mañana de ayer el suministro de agua potable para los 21 mil clientes que continuaban afectados por el corte de emergencia en la zona.
«La turbiedad en el río bajó a niveles que permitieron comenzar a operar nuestra planta, lo que sumado a los esfuerzos y trabajos permanentes de despeje del cauce, nos permitió reiniciar la noche gradualmente nuestra producción. A contar de esta mañana (ayer) iniciamos la reposición del suministro, lo que implica un proceso paulatino de normalización, que se irá completando durante la jornada», comentó.
De los sectores que se encontraban afectados, ya cuentan con suministro: La Antena, Juan XXIII, Mundo Nuevo, Barrio Universitario, Vista Hermosa, Cisternas, Milagro I y II, sector Cerro Grande, y Colina El Pino y se espera que los faltantes de los sectores queden normalizados durante el resto del día.
Miranda agregó que los equipos de Aguas del Valle siguen en terreno evaluando minuto a minuto la situación y llamó a la ciudadanía a usar un uso responsable del recurso. «Hemos tenido muchas horas de corte: si el consumo se hace intensivo tendremos inconvenientes de presión. Necesitamos que nuestros vecinos nos ayuden consumiendo lo estrictamente necesario y que pospongan tareas como lavado de ropa, riego de jardines o de autos solo para cuando esté totalmente superada la emergencia», pidió.
Explicó que es clave que los estanques recuperen sus niveles para normalizar completamente el servicio. «Si hay sobreconsumo el proceso de normalización se hará aún más lento», detalló.
Miranda adelantó que «durante el proceso de reanudación del servicio podrían presentarse periodos transitorios de baja presión o turbiedad puntual en la red, los cuales son parte del proceso de llenado tras un corte de esta magnitud».