La desertificación y la escasez hídrica se han convertido en los principales enemigos para el desarrollo de la agricultura. No obstante, eso parece no importarle a la agrupación Nuevo Porvenir de la comuna de La Higuera, quienes desde el 2012 producen aceite de oliva, con el apoyo de un programa en conjunto con el Municipio, INDAP y el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA).
Cuatro hectáreas y media plantadas con olivos son administradas por el grupo, que pese a la intensa sequía han sabido manejar de gran forma los arboles demostrando que la falta de agua no ha sido amenaza suficiente para salir adelante. Su empuje, sumado a las recomendaciones técnicas de INIA y a la adaptabilidad del olivo, han permitido establecer su cultivo en la zona.
Bajo esta premisa, se dio el vamos al inicio de la temporada olivícola en la comuna con una capacitación que tuvo como protagonistas a Nuevo Porvenir, mediante los Grupos de Trasferencia Tecnológica (GTT) de las localidades Punta Colorada y Caleta Hornos, pertenecientes también a los programas de INDAP de la comuna de La Higuera.
La actividad contó con la presencia de la Directora Regional de INIA, Patricia Larraín y el Alcalde de La Higuera, Yerko Galleguillos.
Precisamente, el jefe comunal de La Higuera destacó la presencia del INIA en este tipo de iniciativas, asegurando que «su presencia en una actividad de esta naturaleza siempre genera un impacto positivo, sobre todo en la pequeña agricultura familiar. Hoy estamos diversificando al establecer, mediante un trabajo técnico, a un grupo de agricultores que necesitan darle valor agregado a su producto».
El edil agregó que «la desertificación avanza fuerte y eso nos impide aumentar nuestra superficie de plantación, por lo tanto debemos adecuarnos a lo que tenemos y debemos apostar a la calidad más que la cantidad».
Por su parte, la directora de INIA INTIHUASI, Patricia Larraín, valoró la celebración del convenio con iniciativas como las desarrolladas en La Higuera. «Cumple muchos requisitos que son deseables; trabajar con una planta que se adapta bien al entorno, llegando a tener éxito con muy poca agua. Este apoyo logrará que los productores desarrollen más y mejor los conocimientos y así hacer un producto de calidad que los identifique como localidad, acción que permitirá tener más turismo, cultura, etcétera».
La presidenta de la agrupación, Gregoria Ossandón, explicó que «durante todo este tiempo hemos ido aprendiendo. Somos personas que estamos con deseos de superación, seguir adelante y de querer lograr los objetivos que queremos. A futuro la producción olivícola debiera ser más rentable».
El objetivo del taller fue incorporar técnicas de manejo agronómico y agroindustriales en la producción de aceite de oliva bajo condiciones hídricas limitantes, a través del apoyo técnico en el saneamiento de la fábrica de aceite.