Al parecer, la Copa América no trajo únicamente turistas a La Serena y Coquimbo. Delincuentes avezados parecen haber llegado en esos días, intuyendo que la presencia de población flotante y el auge del comercio les proporcionaría oportunidades para concretar fechorías en un tipo de delito altamente especializado: la clonación de tarjetas bancarias.
En la última semana, una creciente ola de denuncias sobre esta clase de hechos, tipificado como “uso fraudulento de tarjeta de crédito”, han llegado a los cuarteles de la Policía de Investigaciones (PDI) y Carabineros en Coquimbo, La Serena y Las Compañías. La policía civil registra 41 denuncias en lo que va corrido del mes de julio, 24 de ellas sólo en el día de ayer; la uniformada, 11, más otras cuatro ingresadas en junio.
El comisario Cristian Alarcón, jefe de la Brigada de Delitos Económicos de la PDI de La Serena, sostiene que estas denuncias tienen en común que han sido formuladas por propietarios de tarjetas que, ya sea por sí mismos o por advertencia de sus respectivos bancos, se han percatado que desde sus cuentas alguien ha estado extrayendo dinero. En los casos acogidos por su institución, el detective cuenta que “hay un modus operandi similar”, en que los retiros han sido efectuados a través de cajeros automáticos en la Región Metropolitana. “La persona se da cuenta que le sacaron dinero de su cuenta a través de un cajero. Ahí uno puede presumir que estos tipos clonaron tarjetas, se fueron y ahora están sacando dinero de todas las tarjetas que obtuvieron”.
Se presume que estos hechos se incubaron durante los días de la Copa América. “Lo asociamos a la gran cantidad de población flotante que anduvo acá; los delincuentes se movilizan hacia los lugares donde se pueda hacer más cantidad de transacciones”, dice Alarcón, agregando que los antecedentes iniciales ya están a disposición del Ministerio Público, que es la entidad encargada de dictar órdenes de investigación, si procediere.
A todas luces, parece ser obra de una o más bandas que utilizan aparatos de obtención de información magnética, conocidos como “skimmer”, en los cuales basta con pasar una tarjeta para que se graben los datos de la misma. El oficial recalca que, pese a lo anterior, “es imposible usar una tarjeta, aun teniendo la información magnética, sin la clave de acceso. Para eso se utilizan microcámaras instaladas en los cajeros automáticos, o hay personas que actúan como ‘palos blancos’, que observan cuando la gente los utiliza”.
Por lo mismo, destaca la importancia de “tapar el teclado con la mano, una microcámara no se ve a simple vista”.