Por el delito de tráfico de drogas el Tribunal Oral de Ovalle condenó ayer a la pena de 10 años de cárcel a Carlos Guerrero Yáñez, financista y líder de una banda que fue apresada a fines del 2013, con más de 100 kilos de pasta base de cocaína, al igual que al transportista de la organización Jorge Morales Araya, mientras que el otro encargado de la distribución, Saúl Moreno Portilla, fue condenado a 4 años de prisión con libertad vigilada.
La prueba de la fiscalía determinó que Carlos Guerrero, que para despistar ejercía como comerciante en una compraventa de vehículos en La Serena, junto al cómplice Jorge Morales, adquirieron en noviembre del 2013 a extranjeros en la ciudad de Calama más de 100 kilos de pasta base de cocaína en 200 millones de pesos, que traerían para acopiarla en la parcela número 9 del fundo Loreto de La Serena.
Esa operación fue descubierta por la Policía de Investigaciones, PDI, que estaba vigilando desde hace cuatro meses a la banda, estableciendo con escuchas telefónicas, que Guerrero, junto a cómplices fue a Calama a traer el «cargamento», el que fue remitido en encomienda de una empresa de buses a la Región de Coquimbo, a nombre de la empresa Maestranza Mahegas, paquete que procedió a retirar desde la agencia para almacenarla en la parcela.
El 28 de noviembre, Morales y Moreno fueron al predio a buscar 113 paquetes con droga, a bordo de un todoterreno, pero cuando pasaron por Coquimbo con la «carga» fueron capturados por la PDI., que consignó que los envoltorios contenían en total 100 kilos 928,21 gramos de pasta base de cocaína, droga que de acuerdo a estimación policial, les pudo generar ganancias por 1.600 millones de pesos
Carlos Guerrero fue detenido de forma posterior en un domicilio de La Herradura, en que le fueron incautados 84,35 gramos de marihuana.