El pasado 14 de julio asumió como intendente el administrador público Claudio Ibáñez. Lo hizo puntualizando desde un inicio que sus metas de gestión más importantes serían dar impulso a la economía y atender la crisis detonada por la escasez hídrica.
A punto de cumplir dos meses en el cargo, Diario La Región quiso conocer sus impresiones.
¿Cómo ha sido este período para usted?
Ha sido muy intenso, ha implicado mucho trabajo. Llegué primero con las lluvias que han afectado a la región. Me tocó los problemas de suministro de agua, especialmente en Ovalle; nos dimos el trabajo de exigirle a Aguas del Valle que cumpliera en tiempo y plazo y además, que resolviera el tema de manera definitiva, y lo que en principio demoraba 13 días luego se redujo a dos.
Las lluvias permitieron la acumulación de nieve y agua, en un escenario de crisis hídrica que, como lo he señalado desde un principio, es una de mis prioridades, junto con reactivar la economía, independiente del cumplimiento del programa de gobierno y las metas presidenciales.
En lo regional, mi prioridad tiene que ver con apoyar la resolución de problemas estructurales de la crisis hídrica, porque el desierto avanza, hay un cambio climático.
-¿Y cuáles son las soluciones de fondo que ha podido visualizar?
Existen diversos caminos. Algunas soluciones técnicas tienen que ver con la desalación de agua de mar. Hay costos altos para las inversiones, pero es una solución estructural, porque permite el abastecimiento permanente para consumo humano o riego. Por otro lado, empresas mineras, como Los Pelambres y el proyecto Dominga, plantean plantas de desalación para que la minería deje de usar agua dulce y acceder a otras fuentes, que dan sustentabilidad a esa actividad productiva.
Como parte de los compromisos de la Presidenta (Michelle Bachelet), nos preocupan dos plantas desaladoras, de cinco comprometidas para el país, que van a estar en nuestra región, una en Limarí y otra en Choapa, que benefician al agua potable rural. También un proyecto de ley, hoy día en el Parlamento, para mejorar el Código de Aguas; es otro desafío con respecto a la gestión de los recursos hídricos, que permita facilitar a los agricultores de menor tamaño acceder al agua.
-Si las inversiones son caras y los costos de operación también, ¿la solución sería compartir costos con la minería?
Algunos expertos señalan que la mejor solución sería un sistema integrado de desalación de agua de mar, lo que permitiría bajar los costos, porque parte de ellos los asumirían las empresas mineras y eso le serviría de mejor forma a la actividad agrícola y al consumo humano.
Hay un camino que debiéramos seguir, tiene que ver con que todos nos pongamos de acuerdo en avanzar hacia un modelo que sea sostenible en cuanto a los precios y al abastecimiento permanente. Esa es una primera línea que yo quiero dejar avanzada durante mi gestión.
Por otro lado, en la reactivación económica, el segundo día desde que asumí me reuní con todos los gremios empresariales, porque queríamos darles certezas, tranquilidad, un trabajo colaborativo y conjunto.
Con la Sociedad Agrícola del Norte, su presidenta (María Inés Figari) nos ha pedido gestiones para apoyar especialmente en un problema de endeudamiento; básicamente, gestiones ante la banca privada. Nosotros hemos dispuesto medidas para avanzar en aquéllo; primero hemos elaborado un catastro para ver cuáles son los agricultores más afectados de la región. Ayer (el viernes) revisamos los avances con cada uno de los bancos, pero queremos tener certezas sobre cada caso, y por eso estamos haciendo un segundo análisis. Estamos avanzando, hay un gran número de casos en vías de solución.
Pero también queremos conversar con la banca, para que entiendan que es ahora, hoy, el momento en que deben darle apoyo a los agricultores afectados por los créditos, que no rematen ni exista un estrangulamiento financiero.
-Usted ha mencionado al gremio de los constructores. Nosotros entrevistamos a su presidente (Martín Bruna), él nos dijo que valoraban mucho la cartera de inversiones que usted les presentó. Sin embargo, expresó preocupación por temas macro: las reformas del actual gobierno, particularmente la tributaria y la laboral, que hoy está en discusión. ¿Qué tan complicado es ser intendente en un escenario nacional muy difícil, en términos políticos y económicos, y con unas reformas que no dependen de usted?
Yo soy el intendente, el representante de la Presidenta en la región. En ese sentido, lo primero es señalar que las agendas de modernización son necesarias.
Cuando se plantea una reforma tributaria, que fue aprobada y donde levantaron los brazos porque se alcanzó un acuerdo, no se hizo porque sí, sino porque Chile aspira a cambiar de modelo de desarrollo. Los recursos que se generen producto de la reforma tributaria van a ir a la educación, a la gratuidad, mejorar la calidad. Chile ha sido exitoso en el combate a la pobreza, pero la desigualdad se ha mantenido. Todas las transformaciones en la desigualdad parten por la educación, porque el desequilibrio en las oportunidades parte con los niveles de estudio.
Yo soy una persona que siempre busca construir acuerdos. Me gusta que avancemos todos juntos, porque el desarrollo regional solamente lo vamos a lograr trabajando todos juntos. Hay que hacer un trabajo de concientización hacia todos; necesitamos respeto, que nos respetemos como sociedad y que las partes de la sociedad sean dialogantes en pos de buscar soluciones que lo único que pretenden es generar progreso y bienestar social.
-¿Hay cambios de seremis o directores de servicio contemplados?
Lo que hemos estado haciendo es generar evaluaciones permanentes sobre el desempeño y otras consideraciones que debemos tener a la vista, desempeño nacional y regional en cuanto a la gestión. Esto no es un proceso en que un día se cambian todos los seremis, sino que van a ir respondiendo a evaluaciones constantes; vamos ser respetuosos de la institucionalidad, favorecer a los que lo están haciendo bien y evaluar a los que están cumpliendo de manera deficiente.