Nelson Barahona Ávalos, que fue encontrado culpable por el Tribunal Oral de Ovalle del delito de manejo en estado de ebriedad con consecuencia de muerte que cometió el 3 de abril de este año, tras atropellar en Quilimarí a Luis Gerardo Muñoz Vega, que murió días después a raíz de las graves heridas que sufrió, fue condenado a 5 años de cárcel bajo la «Ley Emilia» por lo que purgará un año de reclusión efectiva.
La prueba presenta por el Ministerio Público en el juicio, que permitió a los Jueces orales determinar la culpabilidad de Barahona, indica que el 3 de abril pasado las 10:15 horas, el acusado, sin poseer licencia de conducir, condujo en estado de ebriedad una camioneta por calle Independencia de la localidad de Quilimarí, y al efectuar un viraje a la izquierda para continuar por calle Amador Iglesias, perdió el control del móvil.
Luego la camioneta subió a la acera e impactó el muro de la iglesia local donde se encontraba sentada la víctima, Luis Gerardo Muñoz Vega, quien fue impactado por el móvil por lo que padeció serias heridas las piernas, las que le causaron la muerte el día 19 de abril de 2015, en el hospital de Coquimbo.
El informe de alcoholemia del acusado del Servicio Médico Legal, arrojó un resultado de 1.20 gramos por 1000 en la sangre.
En el juicio oral, la fiscalía solicitó la pena de 5 años más una multa de 20 UTM, inhabilitación perpetua para conducir vehículos de tracción mecánica, comiso de la camioneta, más la inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos durante el tiempo de la condena.
El tribunal de Ovalle aplicó la pena de 5 años, la cual deberá ser cumplida con un año de reclusión efectiva y el resto con la vigilancia intensiva en el Centro de Reinserción Social de Gendarmería de La Serena, además deberá pagar una multa de 10 UTM y quedó de por vida inhabilitado para conducir vehículos de tracción mecánica.
