Aparentemente la astronomía y la vitivinicultura no tienen nada en común. Sin embargo, el ingeniero físico inglés, Ian Hutcheon, logro unirlas de manera armónica a través de Meteorito, único vino del mundo con elementos del espacio exterior. Este producto que se elabora en la comuna de San Vicente de Tagua Tagua ahora ha comenzado a ser comercializada desde la Región de Coquimbo.
«Nací en Inglaterra, en una familia de escoses, por eso me considero un escoses que nació al lado equivocado de la frontera. Llevo ya 19 años en Chile. Estuve recorriendo la cordillera de los Andes, estuve en la Selva Amazonas en Colombia, Bolivia, Perú y Brasil, y finalmente me quedé acá, dedicándome a la astronomía y después a hacer vinos. Chile es ideal para mezclar ambas cosas», indicó a La Región.
Desde muy pequeño Ian Hutcheon sintió curiosidad por la astronomía. Es por ello que más tarde estudio física, especializándose en ingeniería en física.
«Al final siempre seguí más por el lado de la astronomía y funde el primer observatorio en la sexta región, Eso fue en 2007 bajo el nombre de «Observatorio Machalí». Estuve como un año y medio, pero la ciudad creció mucho y al final había mucha contaminación de luz, por lo que me cambié a San Vicente de Tagua Tagua en 2009 y ahí cree otro observatorio que se mantiene hasta la fecha», dijo.
En 2000 Hutcheon comenzó a incursionar en el mundo del vino. Es así como conoció de la industria en Chile, Argentina, Brasil y Uruguay. «Termine como gerente en varias viñas y al final quería hacer un cuento propio y me junte con unos socios que son canadienses e hicimos nuestra viña. Es una pasión, hago vinos y trabajo con enólogos. Un día quise mezclarlo con mi otra pasión que es la astronomía».
Es así como nace de la idea de crear un vino que se uniera con la astronomía. «Quería hacer una cosa física, y no solo llamar a ese vino con nombres astronómicos. Así nació la idea de madurar el vino con un meteorito de los más antiguos del sistema solar, que tiene 4.5 mil millones de años y viene desde el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter», afirmó.
En cuanto al proceso para la elaboración de este vino del que se producen sólo 6 unidades al años. «Se fermenta el vino, se saca una porción de él en una barrica de roble de 25 litros. Ahí se suspende el meteorito dentro de ella durante un año. Luego de ello se mezcla con otra parte del mismo vino pero que no tiene el meteorito. Tomarlo solo es fuerte, por ello se tiene que mezclar. De esta manera no se interfiere con el sabor del vino ni con su calidad, pero a la vez aportamos con partículas del espacio exterior al vino. Tenemos meteoritos de Chile y Argentina. La verdad es que la procedencia del meteorito no influye para nada», dijo.
Debido a la importancia que tiene la Región de Coquimbo para la astronomía y quienes gustan de los temas espaciales es que Ian Hutcheon decidió iniciar la venta de este producto desde la ciudad de La Serena. «Desde el año pasado decidí hacer un proyecto astronómico móvil acá. Es por ello que he comenzado a vender el vino desde La Región de Coquimbo. Cada vez que voy a sur estoy trayendo un stock de vinos y tengo una bodega subterránea en la Avenida del Mar. La venta la estamos haciendo de manera directa, esto porque es un producto muy exclusivo. Cada día me hago un par de horas para ir entregando a la gente de la zona. Eso ha sido muy interesante porque tengo la posibilidad de conocer a la gente que prueba el vino», finalizó.