Sí, es verdad, Coquimbo Unido todavía no sabe de victorias en el campeonato de Primera B transcurridas ya 14 fechas, sin embargo, el lunes frente a Magallanes, el equipo presentó mejorías respecto al trabajo que venían realizando anteriormente.
Sin duda que queda mucho por mejorar, pero esta vez el plantel dio un paso manifiesto en la actitud para enfrentar el compromiso ante un equipo que está metido de mitad de tabla hacia arriba como son los carabeleros.
Sobre todo en el primer tiempo, los piratas fueron un elenco ordenado y que corría en busca de la tenencia de balón mucho más que antes. Eso se atribuye a un cambio actitudinal, que nació en la última semana de trabajo a manos del cuerpo técnico que encabeza Juan José Ribera.
«Una lástima el resultado, porque queríamos comenzar con un triunfo. Hicimos unos primeros 60 minutos muy buenos del equipo, eso nos deja muy tranquilos, con líneas defensivas muy ordenadas, volantes que hicieron mucho despliegue físico, delanteros siempre creando peligro. La preocupación está en el final por la baja que presenta el equipo, cambió demasiado los últimos veinte minutos, y tenemos que analizar si la baja es física o sicológica», señaló al término del partido Fernando Solís, ayudante técnico que se hizo responsable de la banca ante el impedimento de Juan José Ribera de estar ejerciendo por reglamento ya que dirigió a Deportes Concepción en el presente campeonato.
Solís agregó que «la verdad es que tenemos que trabajar mucho con este equipo, ya hemos planificado una pretemporada de 15 días y creemos que va a ser una de las soluciones. Físicamente hay que mejorar mucho».
El técnico reconoció que el partido pudo haberse quedado en mano de aurinegros o de Magallanes, ya que al final del encuentro se dieron opciones claras de gol para ambos elencos.
«La verdad es que estuvo al final para los dos lados. Ellos tuvieron dos mano a mano con Bravo, nosotros tuvimos con Rojas y Monje dos opciones al final, lo pudimos haber ganado como lo podríamos haber perdido», explicó Solís.