La última jornada disputada en el Torneo Nacional encendió las alarmas en el Sindicato de Futbolistas.
Carlos Soto, presidente del Sifup, manifestó su preocupación por las altas temperaturas que afectaron algunos encuentros y mostró preocupación por la salud de los futbolistas.
Las primeras medidas ya fueron adoptadas y establece que desde 2013, exclusivamente en enero, febrero, noviembre y diciembre, no se podrá disputar encuentros a las 15.30 horas.
Ante tal panorama, expertos conversaron con La Tercera y explicaron los riesgos de practicar fútbol a altas temperaturas.
“Riesgos vitales no hay, pero sí riesgos de un golpe intenso de calor que puede provocar la deshidratación”, comenzó diciendo el ex doctor de Colo Colo, Alvaro Reyes.
Además, criticó a quienes cuestionan la medida adoptada por la ANFP de modificar los horarios.
“Es un esfuerzo extraordinario jugar a ese ritmo y con esa temperatura. Les hace sufrir un estrés adicional y la hiperventilación por el esfuerzo físico, más el calor, pueden provocar pérdida de conciencia o mareos”.
“Se debe velar por el futbolista. Ahora sólo interesa el dinero, pero no se miden a costa de qué lo quieren lograr”, finalizó.
En tanto, Jorge Cheyre, doctor de Colo Colo y que pertenece a la comisión de la Sociedad chilena de deporte, señaló que se realizará una mesa de trabajo para determinar horarios de los encuentros según zona geográfica.
“Acá lo que hay que determinar es en qué lugares y en qué horarios es factible jugar. No es lo mismo jugar a las 12 del día en Calama en noviembre, que hacerlo a la misma fecha y horario que en Puerto Montt”, lanzó.
Eso sí, señaló que realizar actividad física con altas temperaturas puede producir problemas a la salud
“Se produce un shock de calor, una deshidratación y los futbolistas se fatigan más rápido. Todo esto provoca una pérdida de conciencia y un riesgo en la vida de cada futbolista”; dijo.
Pero no todos apoyan la medida. Roberto Yáñez, doctor de la selección chilena, acusó que se exagera con las altas temperaturas y comparó la situación de Chile con Venezuela.
“No existe ningún riesgo en Chile. Nunca he tenido un problema acá con el calor y creo que se exagera un poco con el asunto”, confesó el médico.
“Si uno analiza, acá en Chile es excepcional que se juegue con 30°. En Estados Unidos se jugó el Mundial de 1994 con 32°. En Venezuela para la Copa América la temperatura era muy alta y una humedad terrible. Yo creo que jugar así serviría para llegar mejor preparados para esos encuentros”, lanzó.
En tanto, reconoció que las altas temperaturas disminuyen el rendimiento de los futbolistas. “Lo que sí es lógico es que los jugadores bajan la velocidad de su juego y el rendimiento no es el mismo. Hay que hidratarlos harto”, finalizó.