“Hablar de los adultos mayores hoy es hablar de nosotros mañana”, sostiene Nevenka Alvarez Barrera, presidenta de la Corporación Padre Alfonso Baeza, institución que promueve el desarrollo integral de la dignidad de la persona en la Región de Coquimbo, refiriéndose al Taller de Musicoterapia desarrollado en el sector rural de Altovalsol con la comunidad de adultos mayores que participan en el Club “Nuevo Amanecer” durante un mes.
Marta Aguirre Seura, profesora de Música y Musicoterapeuta Coordinadora del Taller, añadió: “La experiencia realizada estuvo cargada de emociones y sentimientos muy especiales. Durante las cinco sesiones que realizamos se pudo estrechar el vínculo que existía en el grupo compuesto por 14 adultos mayores, entre 65 y 86 años de edad».
Según las especialistas la música activa patrones de movimiento físico en el cerebro, también despierta sentimientos internos. “La música, al ser aplicada dentro de un encuadre terapéutico y formal, va a activar en definitiva diversos procesos biológicos, generando efectos importantes, sobre todo el organismo”.
Entre los beneficios obtenidos están los del ámbito biológico (se mejora la respiración, regula el ritmo cardiaco y la presión sanguínea); neuronal (preserva la memoria, la atención y la concentración); físico (relaja los músculos, estimula el movimiento y el control corporal, disminuye dolores); socio-afectivo (propicia espacio para hacer amigos, facilita la comunicación).