El 16 de septiembre, cuatro emblemáticos establecimientos de la Avenida del Mar y verdaderos estandartes de la oferta gastronómica, de diversión y turística de La Serena y Coquimbo, fueron arrasados por el tsunami. Los graves daños estructurales que sufrieron no eran cosa aplicar de simples reparaciones; debieron cerrar por meses y ser reconstruidos para volver a funcionar. En ese momento, sus dueños aseguraban que, por difícil que fuera, regresarían, y así ha sido.
Los propietarios de los restaurantes Kardamomo, Tololo Beach y Bakulic, así como del pub-discoteca Playa Paraíso, despliegan sus mejores esfuerzos para levantar de nuevo sus locales y volver a la actividad. Dos de ellos esperan abrir en enero próximo; los otros dos, avanzado el 2016.
Boris Bakulic, propietario del restaurante que lleva su apellido, pretende abrir a público aproximadamente el 11 de enero. En su caso, las obras se centraron en levantar y crear nuevas fundaciones para la parte del edificio que enfrenta al mar, la cual fue carcomida en sus bases, haciendo que se partiera. También se cambió el piso, los vidrios e instalaciones eléctricas, y se aprovechó la oportunidad para remodelar otros sectores, como la cocina. La estampa será, en todo caso, bastante parecida a la original.
El empresario cuenta que, paralelamente, está avanzando en la implementación del local. “Ya estoy adelantando implementando la cocina”, así como el mobiliario, la contratación del nuevo personal y la preparación de una nueva carta, con renovados platos.
A unos cuantos metros al norte, las grandes estructuras metálicas de lo que será el nuevo Tololo Beach revelan que ofrecerá un cambio notable a su clientela. La altura equivaldrá a dos pisos, aunque será sólo de una planta, y con líneas muy contemporáneas.
“Se incorpora al mar, es un estructura de fierro forrada en madera, de modo que mantenga su firmeza en caso de un nuevo tsunami. También con vidrieras amplias, para aprovechar las vistas que ofrece la ciudad de La Serena”, dice su dueño, Mauricio Peyreblanque, quien proyecta abrir el 20 de enero, “si Dios quiere y los maestros también”, advierte.Poco más al sur de Cuatro Esquinas, una impresionante estructura de acero, firmemente instalada en la arena, se alza en donde estuvo el Kardamomo. Mauricio Domínguez, su dueño, cuenta que la idea es lograr un basamento muy fuerte, “prácticamente un muelle”, capaz de resistir los embates del mar. Sobre esta base se construirá el restaurante, usando contenedores metálicos transformados en estancias mediante la magia del vidrio y la arquitectura.
“Es uno de los sectores más vulnerables de la Avenida del Mar y ya hemos tenido varios sucesos trágicos en la historia del Kardamomo”, relata.Si no hay retrasos inesperados, espera abrir hacia abril de 2016.
En tanto, en territorio coquimbano, Pedro Roig, de Playa Paraíso, espera “reconstruir en gloria y majestad; estuvimos 22 años y queremos seguir ahí. La demanda de nuestro público nos obliga a volver, obviamente con normas modernas de construcción”.
La nueva estructura será edificada en madera, sobre pilotes más elevados que los que había antes. “Va a llegar con una nueva cara, pero con el mismo espíritu”, dice. Los trabajos están recién iniciándose. “Lamentablemente, ya perdimos el verano. Según los tiempos estipulados por la empresa, se tomará 80 días la construcción. A mediados de marzo esperamos estar de vuelta”.
