Una marcha organizada por en el Movimiento Autónomo de Estudiantes de Secundarios (MAES) denominada como la Marcha de las Máscaras tenía contemplada caminar por el centro de La Serena, pero en la intersección de las calles Cordovez y Balmaceda se detuvieron y desde un carro de supermercado en que transportaban un ataúd venían escondidos neumáticos y piedras.
Los jóvenes encendieron los elementos y comenzaron a arrojar pintura y piedras a los edificios del sector. Los estudiantes además agredieron al único carabinero que custodiaba la marcha lanzando objetos contundentes y piedras mientras el uniformado escapaba de las agresiones. En tanto que otro grupo de manifestantes las emprendió contra el Banco del Estado, la tienda Ripley y el edificio en donde funciona la farmacia Cruz Verde a la cual, además, le lanzaron botellas con combustible.
Esto significó que el alero que da hacia la calle Balmaceda comenzara a encenderse, siendo los propios trabajadores de la farmacia quienes con mangueras le lanzaban agua desde una de las ventanas ante la demora en la llegada de los bomberos que se encuentran a un par de cuadras de distancia.
La llegada de los carros y de funcionarios de Carabineros fue de unos 30 minutos desde el momento en que comenzó el ataque, como lo denominaron los mismos jóvenes que luego de concretar el hecho abandonaron el lugar en distintas direcciones.
El Capitán Renato Rojas señaló que «cerca de 100 jóvenes estudiantes marcharon por diferentes arterias de la ciudad. Era una marcha que no estaba autorizada y al llegar a esta intersección comenzaron a provocar desórdenes menores por lo cual carabineros no los enfrentó». Respecto de los daños en los edificios agregó que «estamos evaluando la situación, hay algunos ventanales de la farmacia que están trizados y otra tienda comercial que estamos evaluando si presenta daños».
En el lugar estaba un artista callejero que se disfraza de minero el cual también debió dejar su inmovilidad para arrancar de las agresiones de los jóvenes, «ellos venían por Balmaceda y cuando llegaron a esta esquina se dieron vuelta y comenzaron a prender los neumáticos y tirar piedras sin pensar que hay niños chicos y personas mayores. Tiraron piedras a los edificios al banco y tuvimos que salir arrancando. Creo que nunca se había visto algo así en el centro deLa Serena».