Es sin duda uno de los atractivos turísticos más importantes de la ciudad de La Serena. Durante todos los veranos miles de personas llegan hasta el centro comercial La Recova para disfrutar de su artesanía y variada gastronomía. Pese a que por estos días el flujo de turistas aún se mantiene, la administración del recinto y los locatarios han comenzado a realizar sus primeros balances de la temporada estival que finaliza.
La administradora del recinto, Valeska Santelices, aseguró que el flujo de visitantes fue considerable y constante durante los meses de enero y febrero. «Tuvimos gran afluencia de público, fuimos bien visitados pero no se vio reflejado en las ventas. He conversado con varios locatarios que me han dicho que fueron bastante las personas que los visitaron, pero no muchos compraban. Fue un enero bien movido, entonces las expectativas que había para el mes de febrero, que son los turistas nacionales, eran bastante buenas, pero para muchos no se cumplieron», dijo a LA REGIÓN.
Santelices indicó que en general el recinto funcionó de buena manera, sin embargo, aseguró que se requiere un mayor control de parte de las autoridades al comercio ambulante que se instala en las inmediaciones a La Recova. «Estamos llenos de personas en situación de calle, gente pidiendo, perros vagos, y comercio ambulante. La verdad es que eso nos perjudica porque se produce en el frontis, que es nuestra cara visible», afirmó.
En tanto, Pablo Ordenes, administrador de los locales 148 y 164 y quien comercializa productos derivados de la papaya y artesanías regionales, coincidió con la gran afluencia de público que recibieron durante los meses de enero y febrero. «En eso nos sacamos un siete, nada que decir, mucha gente. Mucho argentino, pero las ventas es otro tema. Mi percepción personal es que se nota que el país no anda bien, hay un poco de pesimismo de la gente. Principalmente el chileno. El argentino andaba feliz, se notó un cambio en ellos, compraban cosas que antes no. Yo llevo muchos años acá desde el tiempo de mis padres y el argentino antes compraba mucho, cuando les convenía el cambio, ahora están retomando eso, pero el chileno no… andaba mal. A mí no me fue mal, pero no fue lo que esperábamos», indicó.
Pese a esta baja en las ventas, Ordenes destacó que las papayas y todos sus derivados siguen siendo los productos más demandados por los visitantes.
Una visión bastante similar es la que tiene la señora Susana Encina, del local 156, dedicada a vender productos de peletería y joyería. «En general hubo mucha gente, pero como este rubro es delicado también junto con los clientes llegan los amigos de lo ajeno. Tuvimos mucho robo hormiga y delincuentes cartereando. Ese es el punto negativo, pero por ejemplo al argentino hace tiempo que no lo veía tan bien. Le convenía el cambio, traían dinero, pero ellos no son grandes consumidores, son de detalles», afirmó.
Encina indicó que es necesario mejorar la seguridad en el recinto y las inmediaciones. «Yo que trabajo en este rubro medio complicado, que tienes que estar mostrando los productos, hubo mucho robo este año. No sé si falta seguridad ciudadana propiamente como para intimidar o cámaras de seguridad que permitan conocer y registrar a las personas que entran y salen del recinto. Eso es lo más complicado acá, pero sé que se puede mejorar», dijo.
Pese esta dificultad planteada por los locatarios, La Recova se prepara para hacer frente a la llamada temporada baja, es por ello que su administradora Valeska Santelices afirmó que se trabajará en un programa espacial de actividades de manera de romper la estacionalidad. Uno de los principales clientes durante el resto del año son los adultos mayores venidos desde diversas partes del país. Pensando en ellos, ya se instalaron mesas y sillas en los patios interiores del recinto para que puedan descansar mientras visitan o compran recuerdos de su paso por la capital regional.